Desconfío de aquellos que saben tan bien lo que Dios quiere que hagan, porque noto que siempre coincide con sus propios deseos.
La semana pasada, el papa Francisco causó revuelo al oponerse a los anticonceptivos (normal hasta ahí) a la vez que se oponía a que los católicos tengan "hijos como conejos".
Ahora, el exsenador y excandidato presidencial de EEUU Rick Santorum, un católico recalcitrante, encontró la forma de ignorar al Papa:
Bueno, quiero decir, a veces es muy difícil de escuchar al Papa y algunas de las cosas que dice fruto de la casualidad, y esta es una de ellas. Y yo solo, sigo volviendo a que el Papa es el líder de la Iglesia Católica, y cuando habla como el líder de la Iglesia Católica, sin duda voy a poner atención. Pero cuando habla en las entrevistas, él está dando sus propias opiniones, que sin duda escucharé, pero desde mi punto de vista, eso no refleja la idea de que la gente no debe ser fecunda y multiplicarse, y que la gente debería estar abierta a la vida como algo que es un valor fundamental de la fe y de la Iglesia Católica....
Quiero decir, el Papa es el Papa, pero el Papa tiene a mucha gente a su alrededor aconsejándolo. Y ¿sabes? Lo más importante es que como católico, creo que él tiene al Espíritu Santo y el Espíritu Santo no lo va a dejar cometer ese tipo de errores.
Vaya, cuando el Papa da un mensaje reiterando las posturas católicas más retrógradas, es autoridad más que suficiente para obedecerle a pies juntillas —y a nadie le importa si lo dijo en una entrevista o no... principalmente porque a él lo entrevistan por ser el Papa—.
Pero cuando el Papa dice algo medianamente civilizado, que amenaza los antivalores más arraigados del catolicismo, de repente tiene problemas de comunicación con el Espíritu Santo y su opinión en una entrevista es tan vinculante como la del panadero de la esquina.
Este doble rasero dice mucho de lo que significa hoy en día la identidad católica (siendo justo, de cualquier identidad religiosa): la religión no sólo promueve la intolerancia, sino que además es una trinchera a donde van a refugiarse los oscurantistas para evitar el repudio moral.
De las pocas razones por las querría que dios exista sería para que baje y les diga que se equivocan en sus posturas homofóbicas, machistas, liberticidas, colectivistas y totalitarias. Pagaría por ver ese tipo de disonancia cognitiva... pero sé que no pasará.
No es la primera vez que las facciones más retrógradas de la Iglesia se enojan con el Papa por disfrazarse de progresista y decir cosas medianamente decentes. En esos casos, la Iglesia ha retractado las palabras del Pontífice. En vez de una institución teocrática, con un dictador que todo lo sabe, la Iglesia parece más bien la dictadura de las mayorías oscurantistas.
Lástima que no limiten esas preferencias a su malhabido país y pretendan imponerlas, además, en naciones democráticas.
Adenda: por cierto, la vez pasada, la hipocresía de Rick Santorum fue más descarada.
(Imagen: Elvert Barnes via photopin cc)
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