Nunca entenderé a las feministas antipornografía; me da la impresión de que, no felices con la victoria de la revolución sexual, le han dado una vuelta de tuerca al asunto y han asumido una postura conspiranóica del tema: el 'patriarcado' (?) utiliza a las mujeres como objetos.
Lo irónico del asunto, es que le niegan a sus hermanas cualquier agencia sobre su vidas y cuerpos (objetivo básico del feminismo, ¿no?) y toman una postura condescendiente frente a ellas. Vamos, objetificación de libro.
Pues bien, la evidencia empírica no apoya sus reivindicaciones antiporno: