Mientras Hugo Chávez se trata su cáncer con la mejor medicina cubana que el comunismo le puede ofrecer al Querido Lider y sus amigos, los ciudadanos de a pie de Venezuela tienen que conformarse con la lotería entre que les toque un médico común y corriente o un matasanos.
Todo esto empezó con la reforma a la ley del ejercicio de la medicina en la republicabananera bolivariana, que estableció una equivalencia profesional entre los verdaderos médicos y los egresados de la Universidad Bolivariana, los llamados Médicos Integrales Comunitarios (MIC), cuyo currículum es insuficiente y enseña pseudociencia:
De hecho, el testimonio de los verdaderos médicos que hicieron guardia con los primeros MIC pone de manifiesto la catástrofe de igualar la ciencia con las supersticiones indígenas y de supeditar la práctica médica a una agenda política:
Ahora no debe extrañarnos saber que la primera promoción de MIC reprobó los exámenes de la Academia Nacional de Medicina, y dio como resultado "profesionales" que ni siquiera son capaces de llevar a cabo un examen físico completo y que no utilizan el lenguaje técnico de la medicina.
Lo mismo que si pusieran a mecánicos y publicistas a hacer de médicos. Puede que hasta lo hicieran mejor.
(vía Rubén Rojas y Jesús Guevara)
Todo esto empezó con la reforma a la ley del ejercicio de la medicina en la republica
Solo basta un vistazo para saber que fusionaron la Anatomía con la Fisiología. La Bioquímica, ni sus luces (seguro fusionada con la anterior), o el que enseñen medicina natural y tradicional, lo que, aunque respeto las creencias de nuestros antepasados indígenas, significa un retroceso en el conocimiento científico de la medicina, donde el uso de las hierbas medicinales puede estar a la orden del día, a sabiendas que gracias a la farmacología podemos conocer la dosis de los compuestos activos que se requieren para el tratamiento de una enfermedad, y la toxicidad de muchos de estos compuestos. No digo que esté mal conocer de hierbas, pero no como para enseñarla en el contexto de una carrera médica, háganme el favor…
De hecho, el testimonio de los verdaderos médicos que hicieron guardia con los primeros MIC pone de manifiesto la catástrofe de igualar la ciencia con las supersticiones indígenas y de supeditar la práctica médica a una agenda política:
Las licenciadas se volvieron histéricas al ver que no sabían calcular dosis y menos escribirlas en las órdenes médicas de los pacientes que hospitalizaban.
La emergencia colapsó, y no solamente por las madres que son incapaces de llevar a su hijo a un ambulatorio si tiene estreñimiento, sino porque los dos MIC que estaban allí eran incapaces de atender cada uno a un paciente.
Los niños con crisis asmáticas comenzaron a mostrar efectos secundarios con las nebulizaciones, la razón? bueno, citaré la respuesta de la compañera MIC cuando le pregunté cómo estaba calculando el medicamento: “pues según el peso, por ejemplo, si el niño pesa 40 kg, se le mandan 40 gotas de Salbutamol”. Para alguien que sabe un poquito de manejo de crisis asmáticas esto resulta una abominación. Nunca, JAMÁS se debe nebulizar a un niño con más de 15 gotas de Salbutamol… en ese momento sentí deseos de ponerle a ella la mascarilla con esa dosis a ver si a pesar de ser adulto, la soportaba.
El especialista de guardia llamaba cada 2 horas para saber por qué la gente se estaba yendo a su consulta privada, cuando se le explicó que las MIC tardaban mucho en atender a cada paciente respondió “esas dos no saben un coño, yo mismo las raspé cuando rotaron por el servicio, pero igual las graduaron”
Estando yo en el área de observación, cumpliendo las labores del especialista de guardia (que se fue a pasar consulta en la clínica) me llega el chamo que trabaja de portero y me dice “Doctora, disculpe, de los que están en triaje quienes son médicos de verdad?”, yo le hago señas para que se acerque y las mamás presentes no escuchen nuestra conversación susurrada: “todos somos médicos, el doctor moreno flaquito y yo somos egresados de la ULA y las dos compañeras son egresadas de la Universidad Bolivariana, lo que pasa es que hoy es su primer día”. Él me responde que mi compañero estaba en ese momento atendiendo una emergencia y como había llegado un recién nacido en malas condiciones, me pidió que fuera a verlo antes que las otras doctoras se dieran cuenta de que estaba ahí.
Ahora no debe extrañarnos saber que la primera promoción de MIC reprobó los exámenes de la Academia Nacional de Medicina, y dio como resultado "profesionales" que ni siquiera son capaces de llevar a cabo un examen físico completo y que no utilizan el lenguaje técnico de la medicina.
Lo mismo que si pusieran a mecánicos y publicistas a hacer de médicos. Puede que hasta lo hicieran mejor.
(vía Rubén Rojas y Jesús Guevara)
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