Es increíble, pero para ser un tipo tan sagaz, el presidente Juan Manuel Santos realmente tiene un serio problema de comprensión de la realidad.
Visto su lamentable prontuario en cuanto a la "guerra contra las drogas" se refiere, no son de extrañar sus últimas declaraciones al respecto, en el marco de la legalización de la droga en algunos estados de EEUU:
No, no, no y no. Cada quién es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana y el Estado no tiene absolutamente ninguna prerrogativa para decirle, o siquiera sugerirle, a sus ciudadanos lo que podemos o no podemos hacer con nuestros cuerpos.
Santos lo entiende mal. Que los gringos se "metan su 'varillo'", allá, tranquilos, es su derecho, su libertad, así como lo es el del campesino cultivar en su tierra lo que le dé la gana y consumir lo que quiera.
Expresidentes cobardes
Y al parecer, ahora todos los expresidentes se oponen a la guerra contra las drogas. Unos lo hacen mal, todos lo hacen después de dejar el cargo y no poder ir más allá de unas declaraciones y robar pantalla.
Entre la lista de los cobardes se encuentra el colombiano Ernesto Samper:
Seguido por sus colegas Cardoso de Brasil y Jimmy Carter, de EEUU:
Pero quizás el más hipócrita y cobarde de todos sea el infame Bill Clinton:
Aquí no hay que tener ningún 'debate' o nada por el estilo. El único debate que debería haber sobre la legalización de las drogas fue resumido magistralmente en un línea por Doug Stanhope: "Si vas a tener un debate a favor de las drogas, inicia el argumento donde comienza: Yo tengo el derecho de hacer lo que me dé la gana con mi propio cuerpo; ¡si me mata lentamente, bien por mí, vete a la mierda!"
Visto su lamentable prontuario en cuanto a la "guerra contra las drogas" se refiere, no son de extrañar sus últimas declaraciones al respecto, en el marco de la legalización de la droga en algunos estados de EEUU:
“Va uno al Cauca, y ve un campesino que está cultivando la marihuana, y le dice: ‘Usted está cometiendo un ilícito, usted tiene que erradicar o se va para la cárcel’. Y allá el gringo, en Colorado, metiéndose su varillo, tranquilo”.
No, no, no y no. Cada quién es libre de hacer con su cuerpo lo que le dé la gana y el Estado no tiene absolutamente ninguna prerrogativa para decirle, o siquiera sugerirle, a sus ciudadanos lo que podemos o no podemos hacer con nuestros cuerpos.
Santos lo entiende mal. Que los gringos se "metan su 'varillo'", allá, tranquilos, es su derecho, su libertad, así como lo es el del campesino cultivar en su tierra lo que le dé la gana y consumir lo que quiera.
Expresidentes cobardes
Y al parecer, ahora todos los expresidentes se oponen a la guerra contra las drogas. Unos lo hacen mal, todos lo hacen después de dejar el cargo y no poder ir más allá de unas declaraciones y robar pantalla.
Entre la lista de los cobardes se encuentra el colombiano Ernesto Samper:
Este viernes el expresidente Ernesto Samper respaldó las declaraciones del presidente Juan Manuel Santos, en las que señala que no hay coherencia en la lucha contra el narcotráfico, cuando en dos estados de EE.UU. se aprueba el consumo de marihuana y en Colombia se persigue a los cultivadores.
Seguido por sus colegas Cardoso de Brasil y Jimmy Carter, de EEUU:
"No estoy proponiendo que se remplace la guerra por la paz.Lo que propongo es que se remplace esta guerra por una lucha más inteligente. Una lucha que use otros instrumentos para convencer a la gente a que no use drogas. Por eso es que tenemos que romper el tabú", sostiene Cardoso....
Carter, por su parte, advierte que las penas por la posesión de drogas son muy altas y terminan siendo más dañinas que el mismo consumo de las drogas.
Pero quizás el más hipócrita y cobarde de todos sea el infame Bill Clinton:
"Obviamente si los resultados esperados eran que eliminaríamos el uso crónico de drogas en EE. UU. y eliminaríamos las redes de narcotráfico, entonces no ha funcionado" dice Clinton en un nuevo documental que se estrenó este viernes a nivel mundial....
El expresidente estadounidense agregó: ¨Podríamos tener una guerra si prohibiéramos el cigarrillo o lo convirtiéramos en un crimen. Así que lo legalizamos. Si todo lo que se hace es buscar una salida policial y militar al problema, mucha gente muere pero no se soluciona el problema¨.
Las críticas de Clinton, primeras que hace públicamente a la lucha contra las drogas, son muy relevantes pues el quién dio inicio en año 2000 al llamado Plan Colombia y que sirvió de matriz para la Iniciativa Mérida, la estrategia respaldada por EE.UU, para combatir a los narcotraficantes en México.
Entre ambas, EE.UU. ha invertido casi 10.000 millones de dólares sin que se haya logrado quebrar el espinazo al tráfico ilegal de narcóticos.
Aquí no hay que tener ningún 'debate' o nada por el estilo. El único debate que debería haber sobre la legalización de las drogas fue resumido magistralmente en un línea por Doug Stanhope: "Si vas a tener un debate a favor de las drogas, inicia el argumento donde comienza: Yo tengo el derecho de hacer lo que me dé la gana con mi propio cuerpo; ¡si me mata lentamente, bien por mí, vete a la mierda!"
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