Resulta que el personero de Cartagena, William Matson Ospino, se opone al alumbrado público en Navidad, porque eso sería desperdiciar dineros públicos en la superstición católica, dándole prevalencia a esas creencias por encima de las otras:
El funcionario explicó que desde la Constitución del 91, Colombia es un estado laico y que, de realizar esas inversiones, se tendrían que utilizar recursos también para celebraciones de las demás religiones.
Matson sustenta su posición en la sentencia 817 de 2011, de la Corte Constitucional, señalando que Colombia es un estado no confesional en donde existe la división entre Iglesia y Estado, y que este último no puede promover con recursos públicos actos que demuestren inclinación hacia un tipo de creencia religiosa.
Según el alcalde designado, Carlos Otero, la inversión para este fin en la ciudad superaría los mil millones de pesos. Incluso, el concejal por el Polo Democrático, David Múnera, envió un derecho de petición al Distrito para que se explique en qué se ha invertido el dinero, así como copia de los contratos realizados.
Las declaraciones del personero abren un nuevo debate nacional, y en caso de tener eco en los entes de control, propiciaría investigaciones en todas las regiones del país que por estas fechas lucen sus adornos para la época de Navidad.
¿Un funcionario público defendiendo el laicismo del Estado? Ojalá más personas se sumen a esta defensa de la igualdad y rechazo del privilegio religioso.
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