sábado, 29 de diciembre de 2012

Anticiencia no inocente

Después del negacionismo científico de Rebecca Watson en Skepticon 5, en su franquicia de España, Escéptica, han decidido hacer un post del día de los inocentes, dizque disculpándose por su postura hembrista y anticientífica.

Esto sería chistoso, y hasta inocente, de no ser por la deshonestidad intelectual de Silvia Alba, la autora del post.

Aunque nuestros principios feministas nos obliguen a obviarlos o incluso ridiculizarlos, existen numerosos estudios que nos indican un origen evolutivo de los comportamientos que las mujeres tienen distintos respecto de los hombres.

Por ejemplo, existe un estudio que nos demuestra por qué a las mujeres nos gusta más el rosa que a los hombres, y es que así podríamos identificar con mayor facilidad los frutos en la naturaleza y recolectarlos para alimentar a nuestra familia cuando vivíamos en la sabana

Al igual que Rebecca Watson, el cherry picking de Silvia Alba es apoteósico. El citado estudio de Anya Hurlbert y Yazhu Ling es muy sesgado y presenta una conclusión que no se corresponde con los datos. Sus datos muestran que casi todo el mundo de uno u otro sexo prefiere los tonos azules a cualquier otro. No hay evidencias de que las mujeres prefieran biológicamente el rosado.

Y es que esto además es un gigantesco hombre de paja. ¿Por qué no puede Silvia Alba elegir un estudio científico serio, como An Evolutionary Perspective of Sex-Typed Toy Preferences: Pink, Blue, and the Brain de Gerianne Alexander, que asume las preferencias de colores como una afectación cultural?

Pues porque hay que ocultar los datos incómodos y que no les sirven para desprestigiar toda una disciplina científica con su rutina de víctimas. ¡Ohh, las pobres oprimidas por la psicología evolutiva!

Hablando de colores, otros estudios nos indican que las mujeres de rojo realmente resultan más atractivas: en algunas hembras de simio el color de los genitales cambia para indicar a los machos que están ya en un periodo fértil y preparadas para copular; de la misma manera nosotras nos pintamos los labios de rojo o nos ponemos nuestro mejor vestido de ese color para parecer más atractivas a nuestros machos y así tener más posibilidades de llevarnos a uno a nuestra cama en una noche de fiesta. Reconozcámoslo, usamos el color rojo cuando tenemos ganas de guerra.

Por segunda vez consecutiva, Alba vincula a una nota de prensa. ¿No dicen acaso, las mismas hembristas, que no hay que fiarse de los comunicados de prensa sobre este tipo de estudios?

A mí me parece que no es coincidencia. El estudio en cuestión consta de dos experimentos. El primero utilizó el servicio Mechanical Turk para encontrar alrededor de 25 sujetos de investigación. Esta herramienta tiene una participación internacional limitada, pero no nos dice de dónde salieron los participantes, que constituyeron una muestra muy pequeña.

En el segundo experimento, los sujetos fueron estudiantes austriacos exclusivamente blancos. Por esto, sumado a lo anterior, el estudio carece de validez transcultural.

Por si fuera poco, el estudio, como admiten los autores, es básicamente ciego a las causas últimas. Esta cita en la conclusión es sobresaliente (y curiosamente a Alba no le conviene darle publicidad): "Es importante señalar, sin embargo, que nuestra investigación no fue diseñada para probar los orígenes fundamentales (sociales, biológicos o ambos) de los efectos observados. Este tipo de preguntas, tanto en la literatura de primates humanos y no humanos, han demostrado ser complicadas y comprometedoras (ver Emery y Whitten, 2003 y Simpson y Gangestad, 2001), y se necesita (considerable) investigación adicional antes de que estas preguntas puedan ser contestadas".

Esto, por no mencionar que este es el primer estudio de su tipo y que ha sido citado por lo menos en tres ocasiones, en las que los autores de esos estudios están conscientes de que este es un estudio especulativo, e insisten en la ausencia de evidencia concluyente.

Ya entiende uno por qué Alba enlaza a publicaciones mass mediáticas y no a los estudios - porque le sirven las distorsiones en bandeja de plata. Y sigue:

Esto me recuerda a cierto anuncio de AXE que yo misma criticaba hace ya un tiempo. Obviamente, mi falta de criterio científico me hizo pasar por alto que si dichos anuncios no tuvieran éxito, hace tiempo que los hubieran retirado, por lo que a los hombres han de gustarles ese tipo de cosas: mujeres bonitas y siempre dispuestas a tener sexo con ellos, independientemente de su personalidad y su capacidad de conversación. Porque, es lógico pensar y la ciencia nos dice que los hombres se ven más atraídos por mujeres que a primera vista se vean saludables y con rasgos que puedan facilitar la descendencia (pechos grandes, caderas anchas). Y, además, nosotras preferimos a los hombres con una posición económica favorable y estable, que nos garantice una buena vida y poder mantener a nuestra descendencia; probablemente eso también ocurriera cuando vivíamos en la sabana.

Del artículo de Alba criticando a AXE por 'machista' ya me encargué hace un tiempo.

En respuesta, Alba escribió un artículo en su blog personal para desacreditar la psicología evolutiva. En el proceso citó fuentes tan endebles, incoherentes e igualmente ideológicamente motivados como PZ Myers; o a científicos serios que defienden la psicología evolutiva como el genial Jerry Coyne. Claro, no estuvo de más seguir haciéndose la víctima y acusarme de 'machismo'.

Pues nada de esto cuela. Este mal chiste del sitio hembrista habría sido una buena chanza para el día de los inocentes, incluso a pesar de su tono de lastimero autocomplaciente, si no fuera ideológicamente motivado y no estuviera destinado a desacreditar todo un campo científico serio.

Y pensar que hay verdaderas víctimas del machismo a las que estas personas les envidian protagonismo. Tsk, tsk, tsk.

(vía Carlos Guzmán)

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