Todos aquellos que han criticado el celo con el que defiendo las libertades individuales me han dicho que esa manía no llegaría a niveles (más) estúpidos.
Mientras los que vendrían a ser mis aliados naturales, los defensores de las minorías, defienden la censura, los conservadores, luchan por la libertad de expresión... más o menos.
A pesar de lo que a algunas personas les gustaría, los seres humanos somos muy distintos a los otros animales. Además de la agencia moral, existen otros motivos para rechazar la idea del "especismo" y la igualdad de derechos con los animales, como explica Mauricio-José Schwarz:
Si le diéramos rienda suelta a esa placentera actividad de buscar culpables, tendríamos que señalar que la madre de la insensatez multicultural fue Margaret Mead.