Javier Soto, pastor homófobo (perdón la redundancia) de Viña del Mar, Chile, le ha enviado un mensaje a mi amigo Ferney Rodríguez, con quien fundé la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá.
El mensaje de Soto es una soplapollez pero, ¿qué se puede esperar de un líder cristiano?