Como si no fuera suficiente todo lo que está pasando con SOPA y PIPA, las amenazas que se ciernen sobre el libre acceso a la cultura siguen abriéndose paso en el mundo. Principalmente en el ordenamiento jurídico gringo.
Ya no sólo son el gobierno y el Congreso de EEUU quienes trabajan en contra del dominio público. A ellos se ha sumado la Corte Suprema de Justicia:
Ya no sólo son el gobierno y el Congreso de EEUU quienes trabajan en contra del dominio público. A ellos se ha sumado la Corte Suprema de Justicia: