Al iniciar TransMilenio, Enrique Peñalosa le otorgó el 97% de los ingresos de la primera fase al socio privado y además firmó un contrato para que las obras fueran con un cemento de menor calidad, el relleno fluido, con lo que aseguró ingresos constantes a la cementera (¡una sola cementera!) cada vez que tuvieran que reemplazar las losas.
Ahora resulta que le molesta que saquen a sus amigos de los puestos que muy generosamente les dio en su día (algo que le fue recompensado con toures alrededor del mundo vendiéndolo como si el tipo fuera un 'urbanista'):
Ahora resulta que le molesta que saquen a sus amigos de los puestos que muy generosamente les dio en su día (algo que le fue recompensado con toures alrededor del mundo vendiéndolo como si el tipo fuera un 'urbanista'):