martes, 13 de marzo de 2012

Aww, a Peñalosa no le gusta la competencia

Al iniciar TransMilenio, Enrique Peñalosa le otorgó el 97% de los ingresos de la primera fase al socio privado y además firmó un contrato para que las obras fueran con un cemento de menor calidad, el relleno fluido, con lo que aseguró ingresos constantes a la cementera (¡una sola cementera!) cada vez que tuvieran que reemplazar las losas.

Ahora resulta que le molesta que saquen a sus amigos de los puestos que muy generosamente les dio en su día (algo que le fue recompensado con toures alrededor del mundo vendiéndolo como si el tipo fuera un 'urbanista'):

Peñalosa consideró que el alcalde “quiere una empresa pública de buses para poder contar con recomendados políticos, exceso de personal, sindicatos abusivos, ineficiencia y altos costos”.

Siempre me ha llamado la atención cómo los supuestos defensores del "libre mercado" en realidad se revelan como defensores de los monopolios. La ineficiencia y los altos costos es algo a lo que Peñalosa condenó al sistema desde que este para en los semáforos y requiere de subvenciones para poder funcionar.

¡Lo demás es pataleta porque sus amigos-beneficiarios pierdan privilegios!

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