Hace unos días mencioné los cargos de plagio de Jane Goodall en su libro nuevo libro Semillas de esperanza, y sus fantasiosas fuentes y posturas antitransgénicas.
El senador Roy Barreras consiguió los votos de los cristianos del Valle haciendo un pacto con el diablo en el que se comprometió a imponer la agenda cristiana en las leyes de la República (¡lindo presidente del Congreso Nacional el que tenemos!):
Monsanto es el destinatario del odio de muchas personas.
Después de mencionar lo obvio -que Monsanto es una empresa y que, como todas las empresas, su objetivo es hacer dinero (maximizar las ganancias y reducir los costos)-, Mauricio-José Schwarz nos ofrece una explicación que ilustra magníficamente por qué hay tanto odio contra Monsanto, de dónde nace y cuáles son sus consecuencias:
En vista de que estamos en la semana mundial de la concientización de la homeopatía, vale la pena recordar al vergonzoso Consejo de Estado colombiano, cuando avaló la homeopatía y la confundió con la medicina real:
Una característica de la civilización son sus instituciones fuertes y una cultura de respeto a esas instituciones, como vendría a ser la Justicia y las garantías del debido proceso y el derecho a la defensa.
En muchos rincones del mundo, turbas enfurecidas por cualquier motivo, ignoran este elemento básico de civilización y algunos indígenas mexicanos no son la excepción:
En una columna del diario La Opinión, de Cúcuta, apareció ¿Por qué quiero un estado laico?, una pequeña pero bien sustentada defensa del Estado laico; este es un aparte:
La primera parte fue sobre la tergiversación que ha sufrido el punto de vista de Sam Harris sobre el islam. Esta segunda entrega es la traducción de la parte restante de su artículo, sobre otras tergiversaciones de sus afirmaciones.