Desde 2013, el blogger saudí Raif Badawi fue sentenciado a 10 años de prisión y 1000 latigazos por el pseudodelito de pedir tolerancia religiosa e igualdad para las mujeres. Después de los primeros 50 azotes la comunidad internacional se pronunció ante el gobierno de Arabia Saudita, lo que consiguió que estos bárbaros aplazaran indefinidamente la ejecución de los 950 azotes restantes.
Ahora, Ensaf Haidar —la esposa de Badawi— cuenta que Arabia Saudita se está preparando para reanudar el castigo físico: