Desde hace unos días ronda la noticia de que, según la ONU, llevar niños a la iglesia viola sus derechos humanos. Ha aparecido en páginas cristianas, en análisis en medios y en páginas ateas.
Si esto fuera cierto, sería un sueño hecho realidad — aprovecharse de la falta de elementos de juicio de personas que no han terminado de desarrollar sus capacidades críticas ni han cumplido la mayoría de edad para tomar una decisión informada, y sesgar sus opciones en favor de una superstición es una clara violación de la libertad religiosa y de cultos del menor, que debería aterrar a cualquier persona medianamente educada.
Así que al leer una 'noticia' que sería positiva y reforzaba mis creencias hice lo que debería hacer toda persona cuando lee algo que le gusta y quiere que sea verdad, y busqué cerciorarme.
Bueno, también estaba un poco escéptico, pues la ONU tiene un lamentable historial de ser pusilánime y permisiva con los excesos religiosos, no sea que ofendamos a fascistas supersticiosos, pobrecitos ellos, que sigan causando sufrimiento antes de molestarlos con los DDHH o algo por el estilo. Así que sería supremamente raro que Naciones Unidas adoptara una postura tan ilustrada y valiente como la mencionada.
Y, lamentablemente, mis sospechas eran ciertas. La ONU no dijo nada remotamente similar a eso. Lo que pasó fue lo siguiente.