Últimamente hemos visto ejemplos hindúes de comportamientos que normalmente asociamos al cristianismo y el islam — lincharon a un 'sospechoso' de tener carne de res, decapitaron a un niño en uno de sus ritos, y condenaron a un deportista por el no-delito de blasfemia.
Y a finales de enero volvió a ocurrir — en un tren, una turba hindú atacó a una pareja musulmana, acusándolos de transportar carne de res:
La policía dijo que la pareja estaba en un tren cuando miembros de Gau Raksha Samiti les incautaron una maleta.
La pareja le dijo a la BBC que no llevaban ninguna bolsa con carne de res.
La mayoría de los estados prohíben la masacre de vacas, que es considerado un animal sagrado por la comunidad hindú, mayoritaria en India.
El incidente tuvo lugar cuando el tren en el que viajaban Mohammed Hussain y su esposa Naseema Bano llegó a la estación de Khirkiya en el estado central de Madhya Pradesh.
"Entre 10 y 15 personas abordaron el tren cuando llegó a la estación y comenzaron a revisar las maletas de los pasajeros. Agredieron a algunos pasajeros. También revisaron las maletas e incluso agredieron a mi esposa", dijo Hussain.
Él dijo que tuvo que llamar a sus familiares en Harda para que lo ayudaran.
Afortunadamente Hussain y Bano están bien y siete de los vándalos fueron arrestados. Sus compañeros de crimen amenazaron con más violencia si sus amigos delincuentes no eran liberados.
El punto es claro: no hay religiones pacíficas ni de la paz —ninguna, ni siquiera las orientales—, pues el hecho de consistir de dogmas incuestionables y creencias irracionales las hace, por definición, una receta para el conflicto, la violencia y el sufrimiento.
(vía Friendly Atheist | imagen: anupamas)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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