Uno más para la cuenta. Mientras la ciencia salva vidas y aumenta la esperanza de vida en todos los países, la religión se va cobrando vidas inocentes.
Ese fue el caso de Joshua Warren, cuyos lunáticos padres mataron por sus estúpidas creencias religiosas. Ellos ya habían abandonado a una hija, cuando escaparon de Toronto, Canadá, a Kingston, Jamaica:
Ese fue el caso de Joshua Warren, cuyos lunáticos padres mataron por sus estúpidas creencias religiosas. Ellos ya habían abandonado a una hija, cuando escaparon de Toronto, Canadá, a Kingston, Jamaica: