Cada quien es dueño de su vida y puede terminarla cuando le venga en gana. Este sencillo pensamiento atraganta a más de un líder religioso y por eso se oponen a la eutanasia.
Hasta ahí, normal: la religión asegurándose de hacer sufrir a más gente. Sin embargo, un senador (¡y del partido de la U!) se opuso a la doctrina de la Iglesia Católica para defender los derechos de los que no tenemos amigos imaginarios.
Fue Armando Benedetti:
Hasta ahí, normal: la religión asegurándose de hacer sufrir a más gente. Sin embargo, un senador (¡y del partido de la U!) se opuso a la doctrina de la Iglesia Católica para defender los derechos de los que no tenemos amigos imaginarios.
Fue Armando Benedetti: