Las tétricas habitaciones de la Clínica del Country

Mi cuñada, también atea, tenía un problema de salud que los doctores no habían atinado a descifrar qué era. Como el dolorse fue haciendo cada vez más insoportable, fue admitida en la Clínica del Country en donde estuvo toda una semana.

En el fin de semana la transfirieron de urgencias a una habitación (que finalmente desocuparon, ya que la clínica estaba full):

Como con todo profesional de la salud, me preocuparía mucho ser atendido por alguien que cree que la Tierra es plana o que gira alrededor del Sol o que la Gravedad es "sólo una teoría", o que el cambio climático no existe, o que los blancos son superiores a los negros.

Pues, si se fijan bien en la imagen, verán que la habitación está adornada con simbología de una hipótesis tan descabellada y que viola igualmente las más elementales leyes de la Física como esos disparates que acabo de nombrar:

Afortunadamente los médicos ya pudieron diagnosticar correctamente a mi cuñada y ella se encuentra en su casa tomándose juiciosa los remedios recetados. Sin embargo, resulta preocupante el hecho de que una institución que se dedica al cuidado y mejoramiento de la salud humana suscriba alegremente cuentos de hadas de señoras que se van volando al cielo, así por obra y mafia del espíritu santo, desconociendo los más básicos preceptos utilizados en la disciplina médica.