Alfonso Llano Escobar, siguiendo los lineamientos de su amo mental, el protector de pederastas Benedicto XVI, escribió una patética diatriba donde achaca todos los males a que la personas se alejen de dios.
Iván, en Ateos de Colombia, se la rebate. Hay algo que yo matizaría al respecto:
Por un lado, creo que perder el sentido de patria es algo bueno y necesario, y si alejarse de dios permite que haya más ciudadanos del mundo en vez de entes creyendo que nacieron en el mejor país del mundo, pues que más personas se alejen del tirano imaginario.
En cuanto a la capacidad de "ser malos" (?), es obvio que Llano miente, al fin y al cabo, ese es su trabajo.
La Inquisición, las Cruzadas y el encubrimiento de pederastas son hechos atroces que fueron llevados a cabo por sus correligionarios y promovidos desde el Papado.
Y, básicamente, las cifras desmienten a Llano: los países con menos crédulos tienen los índices más bajos de delincuencia. Y se podría decir que el subdesarrollo es casi directamente proporcional con el fervor con el que se cree en dictadores celestiales.
De resto, comparto plenamente las conclusiones de Iván y creo que Alfonso Llano nos debe una disculpa a todos los que no somos enajenados mentales de su cuento de hadas. Nos está difamando.
Por cierto, no puedo dejar de observar lo cínico que es que la columna de Llano sea un soliloquio contra el "relativismo moral", cuando la Iglesia Católica predica desde una ciudad de oro, la austeridad; y la verdad, mientras afirman que existe un pestilente ser sobrenatural del que no existen evidencias.
Iván, en Ateos de Colombia, se la rebate. Hay algo que yo matizaría al respecto:
Según usted, la causa (al parecer única) de los males de la sociedad es la ausencia de dios; y ésta lleva también a perder el sentido de patria y de ley (ya que usted pasa de vivir sin dios a vivir sin patria y sin ley sin sonrojarse). ¿Qué está entendiendo usted por ausencia de dios? Simplemente no creer en él. Así pues, todo aquel que no cree en dios (en SU dios) es causa de los males de la sociedad y vive, no solo sin dios, sino sin patria y sin ley. Sin embargo, quisiera preguntarle a usted señor Alfonso, ¿Cuántos de esos corruptos políticos que desangran a nuestro país, que se quieren saltar las leyes a como dé lugar, que la patria les importa un comino y siempre la ponen por debajo de sus intereses personales…cuántos de esos políticos viven sin dios? ¿Y también cuántos de esos que salen diariamente a asesinar, a robar, a violar, a maltratar a sus familiares…cuántos de ellos no se echan la bendición en la mañana?
Señor Alfonso, los que viven pegados a su dios tienen la misma capacidad de ser tan o más malos que los que no tienen ningún dios, porque no hay ninguna relación entre una cosa y otra. No veo por qué usted quiere tildar a los ateos de lacras sociales por el mero hecho de ser ateos, como si esto fuera un crimen. Obviamente existirá gente mala, despreciable, corrupta y criminal que vive sin creer en seres fantásticos; pero tenga por seguro que su maldad no deriva de su no creencia en dios. Si así fuera la cosa, sus queridos lacayos no serían objeto de ningún tipo de juicio, y vaya que sí lo son.
Por un lado, creo que perder el sentido de patria es algo bueno y necesario, y si alejarse de dios permite que haya más ciudadanos del mundo en vez de entes creyendo que nacieron en el mejor país del mundo, pues que más personas se alejen del tirano imaginario.
En cuanto a la capacidad de "ser malos" (?), es obvio que Llano miente, al fin y al cabo, ese es su trabajo.
La Inquisición, las Cruzadas y el encubrimiento de pederastas son hechos atroces que fueron llevados a cabo por sus correligionarios y promovidos desde el Papado.
Y, básicamente, las cifras desmienten a Llano: los países con menos crédulos tienen los índices más bajos de delincuencia. Y se podría decir que el subdesarrollo es casi directamente proporcional con el fervor con el que se cree en dictadores celestiales.
De resto, comparto plenamente las conclusiones de Iván y creo que Alfonso Llano nos debe una disculpa a todos los que no somos enajenados mentales de su cuento de hadas. Nos está difamando.
Por cierto, no puedo dejar de observar lo cínico que es que la columna de Llano sea un soliloquio contra el "relativismo moral", cuando la Iglesia Católica predica desde una ciudad de oro, la austeridad; y la verdad, mientras afirman que existe un pestilente ser sobrenatural del que no existen evidencias.
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