Ohh, miren, una secta mormona no castiga la apostasía con la muerte.
Para ellos sólo bastará con meter gatitos vivos en estrechísimos tubos de cemento y dejarlos en la puerta de entrada de cualquiera que se atreva a dejar su macabro culto:
Como decía el gran Hitch, la religión lo envenena todo.
(vía Pharyngula)
Para ellos sólo bastará con meter gatitos vivos en estrechísimos tubos de cemento y dejarlos en la puerta de entrada de cualquiera que se atreva a dejar su macabro culto:
El gato fue descubierto en la propiedad de Issac Wyles, que es un exmiembro de la secta y crítico de sus prácticas, por otro exmiembro, Andrew Chatwin, quien cree que el acto de crueldad fue realizado por miembros de su antigua iglesia y afirma que tanto las amenazas como los asesinatos de animales han estado sucediendo durante años.
Chatwin informó del incidente a los sheriffs de la ciudad de Colorado, pero a ellos no pareció preocuparlos demasiado:
"[El oficial] como que sonrió entre dientes y se rió un poco y luego dijo que si fuera por él, él sólo echaría tierra sobre [el gato]", dijo Chatwin,. "Y esto viene de un mariscal de la ciudad que es un miembro de la Iglesia FLDS".
Chatwin describe el gobierno de Colorado City, antes Short Creek, como una teocracia.
El gato fue llevado a un santuario de rescate en el que murió unos días más tarde.
Como decía el gran Hitch, la religión lo envenena todo.
(vía Pharyngula)
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