Desde que fue nombrado Papa, Bergoglio no ha dejado de mojar prensa.
Ahora anda diciendo que quiere intensificar el diálogo con los no-creyentes:
Francisco anunció que desea "intensificar el diálogo con el islam" y con los "no creyentes" al recibir este viernes en el Vaticano al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
En primer lugar, no sabía que ya hubiera un diálogo qué intensificar.
En segundo lugar, no tenemos nada de qué hablar. Nosotros explicamos el mundo -y podemos ser felices así- sin necesidad de recurrir a amigos imaginarios; no pretendemos imponer nuestros gustos, sino que queremos una política pública incluyente, abogamos por la libertad individual y la autonomía. Nos explicamos el mundo de una manera racional.
La Iglesia no:
Francisco explicó que uno de sus títulos es de "Pontífice, es decir, el que construye puentes, con Dios y entre los hombres". "Quisiera precisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo", indicó.
Ohh, sí, acogerlos y amarlos - pero que la ley no les garantice los mismos derechos si no hacen con su cuerpo lo que él dice.
¿De qué pretende hablar con nosotros?
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