Verdadera medicina para los wayú

El Tiempo reseña la labor de Iliana Curiel, una wayú que estudió medicina, se especializó en pediatría, es mágister en Salud Pública y aplica todo ese conocimiento para ayudar a las comunidades indígenas del país, cuando no está trabajando en varios centros asistenciales de Barranquilla:

Aunque para esta médica graduada en la Universidad del Norte, el anhelo de trabajar por su gente siempre estuvo latente, fue en el 2002, cuando hizo su año rural en el municipio de Uribia, en el norte de La Guajira, que pudo comenzar a poner en práctica lo aprendido en la academia.

“Cuando inicié el rural en el Hospital de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Uribia me hice cargo de todos los programas de promoción y prevención, por lo que cuando me presenté a la entrevista para la especialidad, conocía todo: las carencias, cifras de mortalidad infantil, entre otros aspectos. Entonces les dije a las directivas de la universidad: quiero ser pediatra para mejorar todo eso”, agregó Curiel.

Durante los tres años que permaneció entre Manaure y Uribia se encargó de la capacitación de jóvenes líderes que pusieron en marcha, además de prácticas en salud, estrategias que nacieron en investigaciones con las que se demostró que se podía disminuir la taza de morbilidad y se hicieron propuestas para adaptaciones culturales. “Aún falta mucho, dado que no he realizado estudios con estrategias de impacto a largo plazo, en donde se pueda ver el cambio en el tiempo en los indicadores epidemiológicos. Estoy interesada en conseguir financiación, concluyó.

Para los relativistas culturales que ya dejaron de vomitar, tal vez esto les alegre el sinsabor de que la verdadera medicina esté salvando vidas de niños - los charlatanes wayú se niegan a renunciar a su pseudociencia y Curiel ha tenido que traducir el verdadero conocimiento al lenguaje supersticioso:

Durante la experiencia de trabajo con la población wayú Iliana Curiel ha buscado la manera de intercambiar conocimientos con los líderes que aplican la medicina dado que en ese comunidad se concibe que las enfermedades se originan de una manera diferente a las del hombre no indígena.

“Por eso el reto de hacer entender lo que hago y aplicarlo lo más que pueda”, destacó.

Kudos para Curiel, que se tomó la molestia de estudiar para poder llevarle verdadera medicina a las comunidades. Es lamentable que para salvar vidas de niños tenga que rebajar su conocimiento al nivel de la ignorancia de las 'tradiciones' tribales.