viernes, 9 de octubre de 2015

Por primera vez, Iglesia colombiana condenada por pederastia



Por mucho tiempo, la Iglesia Católica ha dicho que ellos no son responsables por los abusos sexuales que sus integrantes cometen de manera sistemática contra los niños (porque, claro, ¡exigir celibato no tiene naaaaada que ver!), y que eso es una responsabilidad exclusivamente de los pederastas.

Esta tesis hizo carrera carrera en Colombia, con varias condenas a sacerdotes y ninguna a la Iglesia... hasta ahora:

El trabajo espiritual y terrenal que cumplen los sacerdotes no es un ejercicio individual. Lo hacen a nombre de la Iglesia a la que pertenecen, la cual tendrá que responder civilmente “por los daños ocasionados por el ejercicio abusivo de ese ministerio”. Así lo concluyó la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia en un histórico fallo en el que confirmó la responsabilidad civil de la Iglesia católica, a través de la Diócesis de Líbano-Honda (Tolima), en el abuso sexual de dos niños de 7 y 8 años en el 2007 en ese municipio.

[...]

En 66 páginas, la Sala Civil señaló que cuando un religioso o ministro comete un delito por fuera de su ámbito eclesiástico y en el marco de su autonomía personal responderá individualmente por sus actos. Pero si se aprovecha de su posición en el seno de la organización religiosa o en ejercicio de su misión pastoral, “la Iglesia tendrá responsabilidad civil, directa y solidaria por los actos culposos o dolosos de los agentes a ella incardinados”.

Los 800 millones de pesos de la condena no son ni un rasguño para la peste ensotanada, pero ciertamente le vienen muy bien a la familia que es desplazada por la violencia — lo peor es que el Luis Enrique Duque, el sacerdote, abusó de los niños mientras los padres buscaban trabajo. Idealmente, sería mejor que los niños jamás hubieran sido abusados, pero ya puestos, idealmente lo mejor sería que ni la Iglesia ni la idea de dios existieran y nos habríamos ahorrado de tajo mucho sufrimiento.

Pero existen, y en su nombre y con su prestigio se cometen delitos atroces, como aprovecharse de dos niños indefensos y, en ese caso, es preferible que haya una compensación económica a que no la haya, comprendiendo que esto ni siquiera alcanza a empezar a reparar el daño causado.

Con la decisión, además, se sienta un precedente jurídico muy importante — y no sé qué están esperando las familias víctimas de otros sacerdotes depredadores para empezar a demandar como posesos.

(vía Darío Díaz, Juliana Poma y Álex Mejía | imagen: Wikipedia)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.