martes, 27 de octubre de 2015

Carne y cáncer — mantengamos la calma



Esta semana, los titulares giran alrededor de la decisión de incluir las carnes rojas y procesadas como posibles causantes de cáncer. Como ya sucedió con el glifosato más temprano este año, la noticia ha causado desinformación y, seguramente, llevará a decisiones y consejos dietéticos delirantes.

Así que tratemos de poner el asunto en contexto. Los chicos de Cancer Research UK han hecho un trabajo espectacular, así que me basaré en lo que ellos dijeron para este artículo (y algunas partes probablemente sean traducciones literales).

El tema se desató por un pronunciamiento de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, sigla en inglés), en el que se anuncia que las carnes rojas son clasificadas en el grupo 2A-Probablemente cancerígeno y las carnes procesadas en el grupo 1-Causan cáncer.

Antes de que cunda el pánico, es importante recordar que estos grupos muestran qué tan fuerte es la evidencia de que las carnes rojas y procesadas causen cáncer y no cuánto cáncer causan.

Tal vez las palabras del experto en causas del cáncer David Phillips ayuden a poner las clasificaciones en perspectiva:

La IARC hace 'identificación de peligros', no 'evaluación de riesgos'. Suena a tecnicismo, pero lo que significa es que la IARC no está en el negocio de decirnos qué tanta potencia tiene algo para causar cáncer – sólo si lo hace o no. Haciendo una analogía, piensen en las cáscaras de banano. Definitivamente, pueden causar accidentes – pero en la práctica esto no sucede muy a menudo (a menos que trabajes en una fábrica de bananos). Y el tipo de daño que te puede ocurrir por resbalarte con una cáscara de banano en general no es tan grave como, por ejemplo, estar en un accidente automovilístico. Pero bajo un sistema de identificación de peligros como el de la IARC, las 'cáscaras de banano' y los 'carros' estarían en la misma categoría – sin duda, ambos causan accidentes.

¿Entonces? Bueno, el artículo publicado en Lancet Oncology advierte que las carnes rojas y procesadas pueden causar cáncer colorrectal.

De todos los cánceres, el cáncer colorrectal sólo tiene una incidencia del 3%, mientras que el de pulmón representa el 19% del total de cánceres. De todos los cánceres colorrectales, sólo el 21% es causado por las carnes rojas y procesadas (comparativamente, el 86% de todos los cáncer de pulmón son causados por el cigarrillo).

En vez de prohibir las carnes rojas y procesadas, o ayudar con la histeria masiva, la conclusión que podemos sacar es que las personas que consumen muchas carnes rojas y procesadas, tal vez quieran moderar su consumo.

En The Atlantic, Ed Yong también hizo un llamado a la calma y criticó el sistema de clasificación de la IARC:

[A]unque este nuevo pronunciamiento sobre la carne viene con un Preguntas y Respuestas (aparte), si tu sistema de clasificación es tan misterioso que necesitas un documento de cinco páginas para aclararlo, tal vez sea hora de volver a desarrollar el sistema y la forma en que lo discutes en público.

Hasta entonces, lo que tenemos es una clásica mentalidad de torre de marfil: un grupo de académicos que se encierran en una habitación, hacen proclamas al mundo, e ignoran el caos que eso produce constantemente. Quizás necesitamos un esquema de clasificación independiente para las organizaciones científicas que son "confusogénicas para los seres humanos".

(vía Manolo Elmas)

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