En Birmania, la violencia interreligiosa entre budistas y musulmanes ya tiene sus años.
La semana pasada, en un nuevo capítulo de esta guerra, una turba budista destruyó una mezquita:
Una turba budista ha quemado una mezquita budista [sic] en Birmania (Myanmar) el mismo día en que la relatora especial de la ONU para ese país, Yanghee Lee, reclamaba al Gobierno que acabase con la violencia sectaria, informan hoy los medios de comunicación.
Un testigo del incidente ocurrido el viernes en la localidad de Hpakant, a 652 kilómetros al norte de Naipyidó, declaró al medio "Irrawaddy" que "nacionalistas budistas" demandaron la demolición del centro religioso que, según ellos, había sido construido ilegalmente.
La comunidad musulmana alegó que solo lo haría ante una orden oficial de las autoridades, lo que no detuvo a la caterva formada por varios cientos de personas, en su mayoría de otras localidades, que portaban armas blancas y palos.
Los bomberos intentaron apagar el incendio pero la muchedumbre se lo impidió, según la fuente.
Una prueba más de que no existe la solución oriental, como bien lo explicó Christopher Hitchens — una creencia irracional, sea oriental, occidental o marciana, sigue teniendo el potencial de hacer que sus seguidores cometan atrocidades contra sus congéneres. La geografía no tiene nada que ver.
Estoy en contra de los abusos de las religiones y eso incluye destruir los templos ajenos, porque aunque no me guste la religión, respeto que los demás destinen su tiempo, dinero y energía a la superstición en la que crean.
(vía Diario de un ateo | imagen: BBC)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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