Colombia es una verdadera Banana Republic cuando se trata del robo de celulares. Gracias a la situación invernal, la presencia intermitente del Estado y la ineptitud de algunos alcaldes (te hablo a ti, Samuel Moreno), los atracos a mano armada y en grupos se han desatado (y se han vuelto más peligrosos: ahora es muy fácil perder la vida si uno no entrega el teléfono móvil). Ante esta situación, el gobierno impulsa una ley que busca restringir la venta de celulares a los puntos de venta autorizados, para que de esta manera los celulares robados no sean revendidos.
Los vendedores de celulares robados, o sea, los cómplices del robo de celulares se están quejando:
Los vendedores de celulares robados, o sea, los cómplices del robo de celulares se están quejando: