¡Hoy es miércoles de ceniza! Y como esta semana las instituciones públicas de educación han violado los derechos humanos de sus estudiantes metiéndoles catolicismo a cascoporro, la Universidad Nacional, epicentro magufo y del pensamiento mágico del país no se podía quedar atrás.
Así que en el Boletín Oficial incluyeron una misa y talleres de oración:
Yo podría decir algo, pero en vez de eso los dejo con las palabras de nuestro lector Alejandro, estudiante de la Nacional, que le envió tremenda respuesta a Bienestar Universitario:
Señores, como un estudiante de la Universidad Nacional me siento en la obligación de comunicarles que esto es vergonzoso. Es increíble que se despilfarren dineros públicos para promover el catolicismo en la universidad.
Me parece el colmo que se utilicen mecanismos como el correo de la Dirección de Bienestar Universitario para promover estos eventos religiosos. Eso no hace parte del bienestar universitario, la espiritualidad es algo privado, para eso están las iglesias o la casa (No la universidad). Considero que están abusando del privilegio religioso beneficiando a una creencia particular.
Lo más vergonzoso de todo es que se haga con recursos públicos. Les recuerdo que colombia es un ESTADO LAICO:
- Constitución Política de Colombia:
ARTICULO 19. Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley.
- Sentencia C-766 del 2010, Corte Constitucional:
La neutralidad, derivada de la laicidad, no consistirá en la búsqueda por parte del Estado de un tratamiento igual a las religiones a partir de las actividades que éste realice en relación con ellas. La neutralidad estatal comporta que las actividades públicas no tengan fundamento, sentido u orientación determinada por religión alguna –en cuanto confesión o institución-, de manera que las funciones del Estado sean ajenas a fundamentos de naturaleza confesional....[…] no puede ser el papel del Estado promocionar, patrocinar, impulsar, favorecer o realizar cualquier actividad de incentivo respecto de cualquier confesión religiosa que se practique en su territorio.
- Sentencia C-350 de 1994, Corte constitucional:
[…] los poderes públicos no pueden hacer manifestaciones públicas en favor o en contra de alguna confesión religiosa. El país no puede ser consagrado, de manera oficial, a una determinada religión, incluso si ésta es la mayoritaria del pueblo, por cuanto los preceptos constitucionales confieren a las congregaciones religiosas la garantía de que su fe tiene igual valor ante el Estado, sin importar sus orígenes, tradiciones y contenido.
Les solicito que se me haga llegar una explicación adecuada a las siguentes inquietudes:
- ¿Por qué se utiliza el correo de la Dirección de Bienestar Universitario para promover prácticas religiosas exclusivamente católicas?
- Si Bienestar Universitario considera necesario el acompañamiento religioso y espiritual en la universidad, ¿Por qué no se realizan celebraciones, ceremonias, encuentros, talleres (o se construyen templos) para cristianos adventistas, testigos de jehová, musulmanes, judíos, rastafaris, hindúes, budistas, incluso agnósticos o ateos?
- ¿De dónde salen los recursos para el sueldo del capellán de la universidad ($ 1´733.454.oo) y el mantenimiento de la capilla?
- ¿Alguna institución católica (como La Santa Sede, El Consejo Episcopal Latinoamericano, la Conferencia Episcopal de Colombia o la Arquidiócesis de Bogotá) ha hecho alguna colaboración de tipo económico a la Universidad Nacional como apoyo a la capellanía, por ejemplo salarios, mantenimiento, arriendo del lote, etc.?
En espera de una pronta respuesta.
Por aquí les contaré cuando le respondan a Alejandro o si tendrá que recurrir a los tribunales. (Por cierto, mientras la Universidad se da este festín de superstición, un déficit fiscal azota la Facultad de Ciencias Humanas.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.