lunes, 16 de febrero de 2015

Las mentiras del Dámaso Zapata



Después del caso de matoneo y discriminación de un colegio distrital contra una estudiante por ser atea, La Vanguardia publicó el caso de un estudiante colegio Técnico Superior Dámaso Zapata, quien interpuso un derecho de petición para que lo eximan de la clase de religión, por ser utilizada como un espacio de adoctrinamiento católico:

El joven argumentó que en dicha asignatura “solo se ven contenidos católicos” y que a pesar de que él no tiene nada en contra de esa religión, “mi formación espiritual obedece a un credo distinto”.

Citó el artículo 68 de la Constitución, el cual señala que en un colegio oficial, tal y como lo es el Tecnológico, “nadie está obligado a recibir formación religiosa”.

Recordó que pese a que el Gobierno estableció en 2006 la obligación de incluir en el PEI de los establecimientos educativos públicos y privados un programa alternativo para el estudiante que opte por no tomar la educación religiosa ofrecida por los mismos, la realidad es que “muchos colegios en Colombia no ofrecen esta posibilidad, entre ellos el Tecnológico”.

Para nadie es un secreto que los colegios públicos usan la asignatura de religión como patente de corso para adoctrinar a todos los niños en la superstición católica (algunos en el cristianismo evangélico), violando el Estado laico.

Esta vez, las directivas del colegio salieron a decir que ese no es el caso:

Carolina Rojas, secretaria de Educación Municipal, dijo que la clase de Religión se imparte teniendo en cuenta el Proyecto Educativo de la Institución, PEI, y que en el caso de ese plantel sí figura tal asignatura.

La funcionaria aclaró que lo que no puede hacer el profesor ni mucho menos la institución, es inculcar determinado credo ni obligar a cumplir con las ceremonias o ritos de determinada religión.
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Nelson Fabián Latorre Botero, rector del Tecnológico, dijo que le sorprendía la decisión del alumno de instaurar un Derecho de Petición por este asunto, “cuando en el colegio siempre estamos atentos a escuchar las inquietudes del alumnado”.

Según él, “dentro de la asignatura en mención, el colegio no está incitando a ningún estudiante a profesar determinada religión”.

En teoría entienden su obligación, pero es curioso, porque tuve la oportunidad de entrevistar al padre del niño, y está ocurriendo todo lo contrario — el colegio Dámaso Zapata desperdicia los recursos de los contribuyentes en reclutamiento religioso infantil, particularmente para el credo del Vaticano.

Esto es lo que el colegio no quiere que se sepa.

David Osorio: ¿Es cierto que el colegio no está dando orientación religiosa?

Padre: No, claramente la clase es calladamente católica, pero nunca lo dicen.

David Osorio: O sea, ¿el rector y la vocera le mintieron al periódico?

Padre: Es que han puesto de tarea llevar la hojita de la misa católica (en 4° grado), clase sobre las advocaciones de la 'Virgen' (4° también) y acerca de Teresa de Calcuta (5°), y este año "Somos creación de dios". Nunca se dice que es catolicismo, pero lo que se enseña muchas veces sólo pertenece a ese credo.

David Osorio: ¿Hacen misas en el colegio?

Padre: Claaaaaaro. ¡El que viene será miércoles de ceniza! Yo tengo varias [misas] grabadas y [allí estaba] la coordinadora de curso dirigiendo el rezo.

David Osorio: ¿Temes alguna retaliación por parte del colegio? ¿Que empiecen a matonear a tu hijo (casos se han visto) por denunciar el incumplimiento de la ley?

Padre: Ya ha ocurrido pero este año ha disminuido bastante, son los mismos compañeritos. Ocurría con el rezo antes de fútbol. Nada más supersticioso que un futbolista. Si perdían, la culpa la podía tener el que no rezó antes del partido. Realmente no le tengo miedo a las retaliaciones, soy egresado del colegio y amigo de varios profesores. Siempre voy con mucha amabilidad y les digo que "no nos vamos a pelear por eso, una crítica es un favor, ¿no?".

Envidio su capacidad para tomarse el caso con tal tranquilidad. Si el dinero que pago de mis impuestos se estuviera desperdiciando en envenenar la mente y educación de mi hijo con la más retrógrada de las supersticiones, ciertamente estaría mucho más indignado que este padre.

Lo ideal sería que dejen de adoctrinar en catolicismo y respeten el Estado laico, pero mientras este se vuelve un país civilizado, podríamos conformarnos con que las directivas de los colegios públicos, las personas encargadas de darle una formación a los niños empiecen por no mentir. Para los que necesitan al amo mental imaginario, creo que era el quinto mandamiento o algo así.

(Imagen: Instituto Técnico Superior Dámaso Zapata)

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