La semana pasada muchos agentes de Policía participaron en un plantón cristiano antiaborto, violando una vez más el carácter laico del Estado, lo cual es no tiene nada de nuevo o particular — es lo que hacen a diario las entidades públicas de Colombia.
Pues el editorial de El Espectador entró de lleno en el asunto preguntándose qué carajos hace la Policía participando en un plantón religioso: