Por la red circula una documento falsamente atribuido a Noam Chomsky sobre 10 estrategias de manipulación mediática. (El lingüista ya ha negado haber hecho la lista.) En realidad, las 'Estrategias' fueron escritas por un conspiranóico llamado Sylvain Timsit en el 2002.
Antes de saber que no son de Chomsky, critiqué el dichoso documento, y esa crítica sigue teniendo vigencia:
No. Así no funciona ningún medio de comunicación. Los medios publican lo que le interesa a sus audiencias. Por eso en Colombia publican los resultados de la liga de fútbol local y no de curling noruego. Los ciudadanos interesados en otro tipo de noticias buscan los medios que publican lo que a ellos les interesa —o donde le dan un tratamiento diferente de las mismas noticias—. El individuo tiene todo el poder, que puede cerrar el periódico y cambiar la estación o el canal del noticiero.
Sigue Timsit:
¡Jajajajaja! Por supuesto que si a mí me empiezan a tratar como una mujer de 60 años no responderé como una mujer de 60 años, lo mismo que no respondo como niño de 12 años cuando me tratan así. ¡Agugú, Timsit, no tiene ni idea de nada, agugú!
Volvemos a Timsit:
Primero, existen las bibliotecas públicas.
Segundo, el acceso a Internet se está expandiendo de una manera impresionante. Así que quedarse en la completa inopia es culpa de la ignorancia autocomplaciente. Eso no es culpa de ningún medio de comunicación.
Tercero, retomo las palabras de un amigo de Chomsky, Ignacio Ramonet, quien dice que la información viene a un precio, el cual es el cansancio generado por ir y buscarla, algo que no todos están dispuestos a hacer. No es obligación de los medios de comunicación curar la pereza intelectual.
Por supuesto que uno es culpable —en buena parte— de su propio destino, como no podía ser de otra manera. Yo me labro el mío todos los días, al igual que el resto de los 8.000 millones de congéneres primates que habitan en el mundo. Hay que empezar a responsabilizarnos de nuestros propios actos.
Y un medio de comunicación, por sí mismo, no tiene el poder de hacerle creer nada a ningún individuo. Hay una serie de factores psicológicos y sociales en juego, y es imposible que la totalidad de ciudadanos se encuentren todos al mismo tiempo en un estado emocional que bordea la depresión para ser susceptibles de lo que supuestamente cualquier medio les querría hacer creer.
Siguiente punto:
¿Y también pueden leer mentes desde satélites? ¿Y tienen una base de datos con todos nuestros nombres en el que nos han ubicado en el espectro político, preferencias sexuales y demás? Me duele la cabeza con sólo intentar calcular cuántas personas de esos 8 mil millones se requerirán para tener bajo control esa base de datos. Y todas ellas saben guardar el secreto.
Definitivamente las estrategias de manipulación mediática de Timsit son una payasada.
Antes de saber que no son de Chomsky, critiqué el dichoso documento, y esa crítica sigue teniendo vigencia:
1. La Estrategia de la Distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. "Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas)".
No. Así no funciona ningún medio de comunicación. Los medios publican lo que le interesa a sus audiencias. Por eso en Colombia publican los resultados de la liga de fútbol local y no de curling noruego. Los ciudadanos interesados en otro tipo de noticias buscan los medios que publican lo que a ellos les interesa —o donde le dan un tratamiento diferente de las mismas noticias—. El individuo tiene todo el poder, que puede cerrar el periódico y cambiar la estación o el canal del noticiero.
Sigue Timsit:
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? "Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)".
¡Jajajajaja! Por supuesto que si a mí me empiezan a tratar como una mujer de 60 años no responderé como una mujer de 60 años, lo mismo que no respondo como niño de 12 años cuando me tratan así. ¡Agugú, Timsit, no tiene ni idea de nada, agugú!
Volvemos a Timsit:
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. "La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)".
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto
Primero, existen las bibliotecas públicas.
Segundo, el acceso a Internet se está expandiendo de una manera impresionante. Así que quedarse en la completa inopia es culpa de la ignorancia autocomplaciente. Eso no es culpa de ningún medio de comunicación.
Tercero, retomo las palabras de un amigo de Chomsky, Ignacio Ramonet, quien dice que la información viene a un precio, el cual es el cansancio generado por ir y buscarla, algo que no todos están dispuestos a hacer. No es obligación de los medios de comunicación curar la pereza intelectual.
9. Reforzar la Autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!
Por supuesto que uno es culpable —en buena parte— de su propio destino, como no podía ser de otra manera. Yo me labro el mío todos los días, al igual que el resto de los 8.000 millones de congéneres primates que habitan en el mundo. Hay que empezar a responsabilizarnos de nuestros propios actos.
Y un medio de comunicación, por sí mismo, no tiene el poder de hacerle creer nada a ningún individuo. Hay una serie de factores psicológicos y sociales en juego, y es imposible que la totalidad de ciudadanos se encuentren todos al mismo tiempo en un estado emocional que bordea la depresión para ser susceptibles de lo que supuestamente cualquier medio les querría hacer creer.
Siguiente punto:
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el "sistema" ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
¿Y también pueden leer mentes desde satélites? ¿Y tienen una base de datos con todos nuestros nombres en el que nos han ubicado en el espectro político, preferencias sexuales y demás? Me duele la cabeza con sólo intentar calcular cuántas personas de esos 8 mil millones se requerirán para tener bajo control esa base de datos. Y todas ellas saben guardar el secreto.
Definitivamente las estrategias de manipulación mediática de Timsit son una payasada.
Totalmente de acuerdo por lo que respecta al "lingüista". Lleva demasiado tiempo poniendo en práctica sus propias reglas de manipulación mediática como para que ahora vengamos a creer que son otras.
ResponderBorrarAnónimo, bienvenido al Blog.
ResponderBorrarY no sólo él pone en práctica las estrategias que funcionan, sino que las que no funcionan (Teorías de la Comunicación) las presenta como actuales, vendiendo el miedo y la paranoia.
Un saludo,
-D