'El espejismo ateo', la película de Ray Comfort

Ray Comfort es un apologista cristiano con cierto grado de éxito entre los evangélicos, por ser un negacionista de la evolución un poco más carismático que la media. Comfort acaba de publicar The Atheist Delusion, una película que, según él, haría dudar a los ateos con una sola pregunta científica.

Con ese eslogan, la película no parecía más llamativa, aunque sí me interesaba saber cuál era esa pregunta. Afortunadamente Hemant Mehta ya vio la película y nos ahorró el suplicio de verla nosotros. La pregunta no es nada nueva, ni nada que no se haya respondido antes.

¿Podría el ADN haberse creado a sí mismo?

Como dije, no es nada nuevo. Comfort toma un tema sobre el cual todavía no tenemos todas las respuestas, la evolución del ADN, y cuando los científicos dan la respuesta más honesta ("Todavía no sabemos"), Comfort salta a la conclusión que tenía preestablecida: lo hizo el dios cristiano.

Es la falacia de apelar a la ignorancia, una tradición tan arraigada en la apologética que tiene un nombre propio cuando se usa para defender la existencia de dios, el dios de los vacíos, o sea, saltar a la conclusión de que dios debe existir sólo porque hay preguntas para las cuales no tenemos respuesta (todavía).

Por supuesto, la película de Comfort tiene otros típicos argumentos creacionistas como el de la complejidad irreducible, que cree equivocadamente que la evolución es un proceso que ocurre aleatoriamente, cuando ya sabemos que la selección natural impulsa los sistemas en una dirección específica y como resultado tenemos una notable diversidad de especies en la Tierra, en la que cada una evolucionó como respuesta a un entorno diferente.

Después de esos primeros 20 minutos, Comfort se dedica el resto de la película a contarle a sus entrevistados cómo ha sido su viaje para llegar a Jesús y afirma que en el fondo ellos saben que dios existe porque, al parecer, Comfort también tiene el poder de leer mentes.

Y así, por 40 minutos más, en los que Comfort asegura que el cielo es azul gracias al amor de dios, y mariguanadas de ese estilo.

¡Y ya! Eso era todo. La gran película que haría derrumbar el ateísmo de muchos y serviría para poner en duda las toneladas de evidencia que hay de la evolución con una simple pregunta científica se reduce a la apología de toda la vida: un montón de falacias y procesos de razonamiento defectuosos presentados de manera carismática y otro tanto de experiencias personales y subjetivas que, mágicamente, deben ser suficientes para concluir que hay un mago cósmico que lo creó todo, pobló la Tierra mediante una gigantesca serie de incestos, le dio libre albedrío a los seres humanos y cuando no se comportaron como quiso lo inundó todo cometiendo un enorme genocidio, volvió a poblar la Tierra mediante otra gigantesca serie de incestos y cuando los seres humanos volvieron a no comportarse como él quería, dejó el genocidio para la vida después de la muerte, y se conformó con un sacrificio humano.

Pues no, no cuela. Y si el ateísmo de alguien fue destruido con algo tan cutre, mucho que mejor: ciertamente no queremos de nuestro lado a alguien que toma postura tan pobremente y que deja tanto que desear al hacer juicios de valor.

(imagen: C Peterson)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio