El Espectador invitó a un tal Iván Garzón Vallejo, profesor de la Universidad de la Sabana (el centro de adoctrinamiento del ultrareaccionario Opus Dei), a que escribiera una columna sobre Estado laico.
El domingo 18 de mayo, un bus en Fundación, Magdalena, explotó y segó la vida de 32 niños que transportaba.
Cada una de sus muertes es una tragedia, una familia arruinada, una esperanza perdida. El horrible episodio pone de manifiesto cómo la sociedad les falló a los niños en vida, y les sigue fallando después de muertos.
Hasta ahora había disfrutado la colección ¡Vaya Timo! de Laetoli, que asumió la defensa de la racionalidad y la ciencia frente a los ataques de magufos y traficantes de miedo.