martes, 2 de julio de 2013

El ejemplo del islam



Por fin terminé Joseph Anton, la memoria de Salman Rushdie de todos los años que sufrió la amenaza de muerte por parte del islamismo.

Llegando al final, Rushdie nos deja con esto:

En cuanto a la batalla por Los versos satánicos, todavía era difícil saber si aquello acababa en victoria o derrota. El libro no se había retirado y tampoco se había eliminado a su autor, pero los muertos seguían muertos, y se había creado un clima de miedo en el que era más difícil publicar libros como el suyo, o incluso, quizá, escribirlos. Otras religiones siguieron enseguida el ejemplo del islam. En la India, los extremistas hindúes arremetieron contra películas y actores (la superestrella Shah Rukh Khan fue blanco de violentas protestas sólo por decir que debería haberse incluido a los jugadores de críquet paquistaníes en un torneo en la India) y contra obras eruditas (como la biografía escrita por James Laine del rey guerrero maratha Shivaji, que "ofendió" tanto a los admiradores contemporáneos de dicho monarca que atacaron la biblioteca de Pune donde Laine había llevado a cabo parte de su investigación y destruyeron muchos documentos y objetos antiguos insustituibles). En Gran Bretaña, los sijs agredieron al autor sij de Behzti ("Deshonor"), una obra de teatro que no veían con buenos ojos. Y la violencia islámica prosiguió. En Dinamarca, un somalí con un hacha y un cuchillo, vinculado a la milicia radical al-Shabab, entró por la fuerza en la casa del caricaturista Kurt Westergaard en Aarhus tras la publicación de las llamadas "caricaturas danesas", que habían despertado las iras de de los extremistas islámicos. En Estados Unidos, Yale University Press, la editorial de un libro sobre el caso de las "caricaturas danesas" no se atrevería a incluir las propias caricaturas en ese libro. En Gran Bretaña, llegó un paquete bomba a la casa del editor de un libro sobre la esposa más joven del profeta Mahoma. Sería necesaria una lucha más prolongada hasta que pudiera decirse que la era de las amenazas y los temores había llegado a su fin.

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