Cuando vi Derecho de Familia, mi profesor se lamentaba de que el ser humano fuera el único animal que necesitara de reglas escritas y convertidas en leyes para obligarlo a cuidar a sus hijos y otros descendientes.
Se le pasaba al profesor que sólo los humanos son susceptibles ante esas adictivas filosofías de adoración a la muerte llamadas religión. Así, tenemos que de no ser por un juez, unos testigos de Jehová en Australia habrían dejado morir a su hija:
Se le pasaba al profesor que sólo los humanos son susceptibles ante esas adictivas filosofías de adoración a la muerte llamadas religión. Así, tenemos que de no ser por un juez, unos testigos de Jehová en Australia habrían dejado morir a su hija: