sábado, 22 de enero de 2011

Perdiendo mi dignidad humana

Tiendo a pensar que los líderes religiosos no tienen ninguna autoridad moral para hablar de algo que no sean mentiras y violaciones de los Derechos Humanos. Sin embargo, suelen hacer todo lo contrario.

Es así como, a aquellos que no vemos a las mujeres como simples incubadoras humanas y actuamos en consecuencia nos dicen que hemos perdido nuestra dignidad humana.

El autor de esta ridiculez se llama Demeterio Fernández y es el Obispo de Córdoba, España:

El hombre contemporáneo se aparta de este proyecto de Dios cuando se deja contagiar por la mentalidad anticonceptiva de nuestra época. En muchos ambientes y en muchos corazones la aspiración es a disfrutar lo más posible de la sexualidad humana como fuente de placer, evitando a toda costa el nacimiento de un nuevo hijo en el seno de la familia. Esta mentalidad no es nueva, es tan vieja como el hombre. Pero en nuestros días se ha acentuado, empleando para ello los medios técnicos al alcance, que hoy son mayores que en otras épocas: la píldora anticonceptiva y todos los métodos químicos o artificiales para impedir la fecundación, llegando incluso a la esterilización masculina o femenina que convierte al varón y a la mujer en un simple objeto, perdida ya su dignidad de persona humana.

Estoy confundido: como seres vivos tenemos sentimientos y sentidos, así que disfrutar del sexo es algo que sólo podemos hacer algunos seres vivos, sin embargo si lo hacemos ¿nos convertimos en objetos? ¿Dónde está la lógica en eso? Pero de nuevo, pedirle a un obispo que razone es como pedirle a Bush Jr. que piense.

La mentalidad anticonceptiva no sólo lleva al disfrute y goce del cuerpo con que nos dotó la evolución, sino que también es parte de lo que nos hace humanos. Como ateo, hace mucho me despojé de la arrogante y egoísta idea de que vengo al mundo por alguna razón específica más allá de que mis papás querían un hijo. Eso de que vine al mundo para cumplir un objetivo o con una meta predeterminada es una concepción utilitarista del ser humano (¡esa sí!). Pero para mí la vida es un fin en sí misma y como es la única que tengo (yo sí creo que la muerte es definitiva, no voy más, ciao, bye, adieu) planeo disfrutarla al máximo.

Y en vista de que respeto la vida humana pero a la vez estoy convencido de que somos muchos seres humanos (la cantidad de seres humanos que alguna vez ha poblado el planeta rompe un nuevo récord cada día), he decidido no tener hijos. Así puedo contribuir con la disminución de la población. Tampoco considero que un zombie cósmico con complejo de superioridad me manda los hijos, sino que yo decido tenerlos por mi cuenta o no tenerlos, así que estoy a favor de todo tipo de anticonceptivo.

Y aún hay más propuestas de pacotilla: La Familia como base natural de la sociedad. La familia, a diferencia de lo que los cristianos piensan, es una construcción social. Es tan natural como la religión (¿cuándo han visto a un animal rezando?). La base de la sociedad es el individuo. Cuando no voy al trabajo, soy yo quien no va. Cuando decido hacer una propuesta a título personal, mi familia no tiene nada que ver en eso. El contrato social es el del individuo con la sociedad. Así que antes de proteger la Familia, se protege al Individuo con sus libertades individuales intactas. ¿Que la familia sólo son padres heterosexuales e hijos? ¿Y cómo carajos explican una familia constituida por la abuela y sus nietos, o una familia en que los tíos todos varones se hagan cargo de un sobrino huérfano? ¿Es que deja de existir una familia cuando uno de los padres muere?

Con frecuencia, las organizaciones que llevan la palabra "Familia" en su nombre son de chiflados homofóbicos antielección en los que no se puede confiar.

En resumen: si eres un hedonista que disfruta la vida, no le impone sus cuentos de hadas a nadie y a la vez quieres que la cantidad de personas que habitan el mundo descienda considerablemente, no tienes dignidad humana. En cambio, si traes más niños a este valle de lágrimas, difundes mentiras acerca de la ineficacia de los condones, adhieres a una organización con Estado propio cuyo deporte nacional es la pederastia y funciona como una mafia, tienes dignidad humana.

Y yo que pensaba que la dignidad humana era otra cosa. Estaba equivocado con aquello de que nos alcancen los recursos para repartirlos equitativamente y cada ser humano pueda vivir decentemente, sin que haya curas que los violen para luego obligarlos a tener hijos que no quieren.

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, pero el tema de la familia merece muchos matices. Precisamente la selección de parentesco es un concepto biológico. Si bien las formas familiares pueden ser más o menos arbitrarias, dependiendo de las circunstancias, hay que tener en cuenta que siempre existe un componente biológico detrás: precisamente la familia es un curioso ejemplo de coevolución biológica y cultural. Y que hay estudios que pueden sugerir diferentes niveles de violencia para con hijos biológicos o adoptados.

    Eso sí, te digo que estoy de acuerdo con los derechos individuales: basta de tratar a las personas por su colectividad. Sólo así podríamos decir "no" a los nacionalismos y muchos otros monstruos

    Y hablando de familia, muchas veces no he podido evitar relacionar el interés de grupos conservadores (con la alianza de los liberales en España y Colombia) en promover la familia para conseguir un Estado adelgazado que gaste poco en bienestar social. En ese contexto, la familia sería un ardid publicitario para enardecer a las masas. Se supone que si la familia cuida de los suyos, el Estado tendrá que invertir menos. Aunque en muchas ocasiones eso puede dejar muy desprotegidas a las familias más pobres, que agradecen la existencia del Estado de Bienestar para poder obtener derechos como el de la educación o la sanidad (puesto que ellos, de partida, tienen menos acceso a los medios).

    Sé que suena un poco conspiranoico, pero podría ser plausible si exploramos los hechos y las alianzas de los grupos conservadores, viendo sus resultados en la práctica como enriquecimiento de cierto grupo de intereses o incremento de la desigualdad (y en esa situación puede ocurrir que la Iglesia lance una red de caridad).

    Sin llegar a extremos conspiranoicos, no podemos negar que la promoción de cierto tipo de valores en un discurso puede tener una doble lectura, bastante más siniestra: enriquecer a ciertos grupos de intereses.

    Ya ocurrió algo parecido en el país donde vivo, España. En tiempos de Francisco Franco, concretamente. Resulta que aquella España tenía un gasto social muy bajo en comparación con el resto de Europa occidental, aunque aumentó a partir de los años 60-70. Aquella España ensalzaba los valores del catolicismo y la familia, aún cuando muchas familias estaban rotas a causa de la Guerra Civil y el posterior fusilamiento de disidentes políticos.

    Ay, qué bonita sería una ética práctica y cotidiana, con los pies en el suelo. Pero jode el cuento a muchos, ésta es la verdad.

    Un saludo.

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  2. McManus, muchas gracias por tu comentario. Como siempre, lo encuentro provechoso.

    Es curioso que mientras leía tu comentario me acordé que mi profesor de Derecho de Familia empezó su cátedra diciéndonos que la especie humana era la única que necesitaba hacer reglas sobre cómo tratar a sus hijos.

    Eso, puesto al lado de las declaraciones de Teresa de Calcuta de que era mejor que una mujer irlandesa se quedara casada con un marido -sin importar si se trataba de un despilfarrador y ebrio- a que se divorciara y emancipara, le da cierta perspectiva a todo el asunto de "la Familia".

    El enfoque antikeynesiano del catolicismo queda perfectamente retratado en tu comentario.

    Muchas gracias, sigue por acá.

    -D

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  3. McManus, hace tiempo leí estudios parecidos y otros en sentido contrario que sugerían que hay más violencia de padres biológicos contra sus hijos que de padrastros. Desgraciadamente, soy incapaz de encontrarlos ahora, perdón por mi torpeza.
    Con respecto a lo demás, no me parece conspiranoia. A menudo se nos olvida que, aparte de confesión religiosa y postura ideológica, las iglesias son un negocio. Cuanta más pobreza más negocio; cuanta más pobreza más ignorancia e indefensión política e ideológica. De ahí su apoyo a las oligarquias depredadoras. Pero bueno, vosotros lo habéis explicado mejor, sólo quería decir que estoy de acuerdo.

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  4. Nuria, bienvenida a De Avanzada.

    Gracias por tu comentario.

    Si, consigues reencontrar los estudios, ten por seguro que aquí estamos interesados.

    Un saludo,

    -D

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