En una entrevista para la BBC el 22 de septiembre, Tenzin Gyatso, el teocrático dictador tibetano mejor conocido como Dalái Lama le dijo al periodista Clive Myrie que si tenía una sucesora mujer, esta debía ser atractiva (empieza cerca del minuto 5:20):
Dalái Lama: Creo que las mujeres deberían tener papeles más importantes. Y entonces le dije al periodista [en París que alguna vez le había preguntado por una mujer Dalái Lama] si llegara una mujer Dalái Lama, su rostro... debe ser muy atractivo.
Clive Myrie: ¿Así que sólo puede haber una mujer Dalái Lama si es muy atractiva? ¿Es eso lo que estás diciendo?
Dalái Lama: Quiero decir, si llega a haber una mujer Dalái Lama, pues, esa mujer debe ser muy atractiva, de lo contrario no sirve de mucho.
Clive Myrie: ¿En serio? Asumo que estás bromeando. ¿O no estás bromeando?
Dalái Lama: No, es en serio.
Tras eso, algunos autodenominados activistas por la igualdad empezaron a criticar al monje tibetano, aunque no dijeron nada de sus declaraciones unos minutos antes cuando dijo que biológicamente las mujeres tienen más potencial para mostrar compasión y afecto que los hombres.
También es curioso, porque el Dalái Lama representa una superstición feudal y machista, que mantiene esclavas a las mujeres, entre las castas más bajas de la sociedad, donde son equiparadas a animales parlantes. ¿Por qué no les molesta eso? Si es porque esa es su cultura, cabe suponer que lo de la sucesora atractiva también sea parte de su cultura — es muy hipócrita criticarlo por una cosa y que la otra prácticamente les traiga sin cuidado.
Y si tenemos en cuenta que el Dalái Lama sólo es una figura publicitaria —que engaña occidentales bobos que creen que es un perseguido o un tipo particularmente sabio o compasivo—, tener a una figura femenina atractiva es una buena decisión publicitaria, aunque su producto sea una mierda y mantenga oprimidas a las mujeres.
(vía Andrés Sánchez | imagen: Wikimedia Commons)
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