Devoto católico pide excomunión de Víctor Tamayo

Hace dos semanas denuncié la campaña de Víctor Tamayo a la gobernación de Risaralda, no sólo por ser una amenaza contra el laicismo, sino porque también tiene dos inhabilidades impuestas por la Procuraduría.

Ahora, en un extraño giro de acontecimientos, un ciudadano pidió la excomunión de Tamayo por usar su fe para el proselitismo religioso:

Ante la Diócesis de Pereira fue interpuesta una solicitud de excomunión en contra del candidato a la Gobernación de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo Vargas, por supuestamente usar la comunión para hacer política.

La petición fue hecha por Jhon Jairo Zuleta Blandón, quien actuando en calidad de ciudadano y de fiel defensor de la fe cristiana, solicita al Obispo de Pereira imponer la sanción con base en el Código Canónico.

Zuleta Blandón considera que el candidato a la Gobernación tiene un comportamiento pecaminoso al utilizar la comunión varias veces al día para hacer proselitismo, además de contar con varios matrimonios por la iglesia católica, por la iglesia del pastor Pablo Portela y por lo civil.

Esto es bastante extraño; los fanáticos religiosos suelen ignorar las partes inconvenientes de su doctrina con tal de poder imponer las demás partes a los otros — por ejemplo, la pastora y concejal Clara Sandoval se ha hecho aberrantemente rica predicando públicamente un libro que prohíbe que las mujeres hablen en público.

Sigo alucinando de sólo pensar que hay quien cree que su fe se contamina (¿un defecto se puede contaminar?) al ser usada para ganar votos con los cuales se impondrá una versión de esa misma fe... obviamente, desechando los ya mencionados pasajes inconvenientes.

Técnicamente, Zuleta tiene razón... y si a la Iglesia le importaran sus propias reglas, Tamayo sería excomulgado, pero la Iglesia prefiere el poder a la coherencia y por eso se explica que hayan bendecido a Tamayo, por muy pecador que sea. Cuestión de prioridades.

(imagen: Asociación Ateos de Pereira)