Cuando se señala que masacres como la de París, Bruselas u Orlando se pueden vincular directamente al libro sagrado de una religión, muchos creyentes —e incluso ateos posmodernos— dicen que ese no es el verdadero sentido del texto, o que quien comete atrocidades con base en la Biblia o el Corán hace una "mala interpretación de los textos". Incluso hay una iniciativa para hacer un Corán 'bueno' que, en realidad, será un ejercicio de gimnasia mental impresionante para que el libro diga lo que no dice.
Y la cuestión es muy sencilla; los libros religiosos no son susceptibles de interpretación — así lo explicó Raúl Buendía en Facebook: