lunes, 13 de febrero de 2012

Más de Ordóñez

Todo apunta a que las denuncias que Ramiro Bejarano hizo sobre la corrupción de Alejandro Oróñez, ese aborto de la Inquisición, que está capando manicomio siendo la cabeza de la Procuraduría General de la Nación, se quedaron cortas.

Ahora María Jimena Duzán trae más:

De ahora en adelante todas sus decisiones van a ser miradas bajo la lupa de la conveniencia personal, como de hecho ya empieza a pasar con algunas de las investigaciones que tiene a su cargo. Comenzando por la investigación sobre lo que sucedió en la DNE, escándalo que reventó en el gobierno Santos y que, además, compromete seriamente a congresistas, en su mayoría conservadores, quienes podrían ser sus grandes electores. Esa investigación va tan lenta que ya empieza a levantar suspicacias.

La manera directa como el procurador salió la semana pasada a descalificar a su procuradora delegada para Antioquia, cuando esta salió a pedir la suspensión del proyecto vial que busca construir una serie de autopistas en Antioquia, también ha levantado más de una suspicacia. Hay quienes ya están diciendo que detrás de esta desautorización se esconde la intención del procurador de no enfrentarse con las huestes conservadoras del exgobernador Luis Alfredo Ramos, quien es el jefe de varios congresistas que podrían ser sus potenciales electores.

Para no hablar de sus actuaciones en los procesos de la parapolítica que podrían afectar su imagen en el Congreso, que es su elector. Hasta el momento, el procurador ha pedido la absolución de políticos como Javier Cáceres, Humberto Gómez Gallo, Mario Uribe, Álvaro Araújo, Javier Ramiro Devia y Miguel Pinedo. En todos esos procesos en que él ha pedido la absolución, la Corte ha condenado. Y a la luz de sus nuevas aspiraciones ya uno no sabe si estas absoluciones son hechas con base en un sustento de investigación o por conveniencia para su reelección.

Pero además al procurador ya se le olvidó su promesa, hecha al siguiente día de ser elegido procurador: la de que iba a proponer una reforma para que el jefe del Ministerio Público no investigara a los congresistas, porque le parecía inconveniente que quienes lo eligieran fueran investigados por él. Pero, por lo que se ve, esta propuesta la ha ido archivando por cuenta de que anda muy ocupado conquistando electores en el Congreso.

La columna de Daniel Coronell fue exactamente sobre lo mismo. De no ser por que cada uno tiene un estilo de escritura diferente, bien habrían podido escribir esta semana una sola columna a cuatro manos.

En cuanto al tema, no se puede esperar más de un cretino impresentable como es Alejandro Ordóñez.

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