En mayo de 2017, la revista Cogent Social Sciences publicó "El pene conceptual como construcción social", un 'estudio' enviado por Peter Boghossian y James Lindsay en el que afirmaban que los penes no eran órganos reproductivos masculinos sino que eran mejor entendidos como construcciones sociales problemáticas para la humanidad que incluso causaban el cambio climático.
Lindsay y Boghossian buscaban ridiculizar los estudios de género à la Sokal, poniendo de relieve lo fácil que es publicar cualquier sartal de sandeces en un journal de estudios de género y, para muchos, lo consiguieron.
A principios de 2018, Lindsay y Boghossian se asociaron con Helen Pluckrose, para repetir la jugada del pene conceptual en masse; en este año, llegaron a fabricar hasta 20 'estudios' posmodernos que enviaron a journals de 'humanidades' y 'ciencias' sociales — los tres terminaron revelando el proyecto después de que el Wall Street Journal empezó a seguirle la pista a uno de sus artículos falsos sobre estudios de agravios.
Eso sí, los papers que les publicaron son una pasada: