miércoles, 29 de junio de 2016

"Los humanos", por Carl Sagan, con imágenes de Grand Theft Auto V



Hoy iba a hablar del papa Frank y su buenrollismo de boutique enlatado para consumo de la prensa internacional, pero me crucé con esta narración de Carl Sagan yuxtapuesta con imágenes de Grand Theft Auto V y, por supuesto, eso le gana a cualquier cosa:



El audio fue tomado de The Humans, el noveno episodio de The Sagan Series (una colección de videotributos donde se superponen imágenes inspiradoras con audios tomados de la serie original de Cosmos).

Esta es la traducción al español:

Hay lugares, dentro y alrededor de nuestras grandes ciudades,
donde el mundo natural prácticamente ha desaparecido.
Puedes ver calles y aceras,
autos,
estacionamientos,
carteles de publicidad,
monumentos de vidrio y acero,
pero ni un árbol o animales,
además de, por supuesto, los humanos.

Hay muchos humanos.

Solo cuando miras hacia arriba a través de los cañones de rascacielos
puedes ver una estrella, o un parche azul,
recuerdos de lo que hubo por mucho tiempo antes de que los humanos existieran.
No es difícil, ir al trabajo todos los días en un lugar así,
impresionados con nosotros mismos.

De como transformamos la Tierra para nuestro beneficio y conveniencia.
Pero a unos cientos de kilómetros por encima o por debajo de nosotros
no hay humanos.

Nuestro impacto en el universo es nulo.

En los últimos 10 mil años
—un instante en nuestra larga historia—
hemos abandonado la vida doméstica.
Domesticamos las plantas y los animales.
¿Por qué perseguir la comida si puedes hacer que venga a ti?
A pesar de todas sus ventajas materiales,
la vida sedentaria nos ha dejado inquietos,
insatisfechos.

Incluso después de 400 generaciones en villas y ciudades,
no hemos olvidado.

Ahora existen personas en cada continente y en la isla más remota,
de polo a polo,
desde el Everest al Mar Muerto,
en el fondo de los océanos, e incluso, ocasionalmente,
viviendo 300 km por encima.
Humanos, como los dioses de la antigüedad, viviendo en el cielo.
En estos días parece que no queda mas nada por explorar.
Víctimas de su propio éxito,
los exploradores ahora prácticamente se quedan en casa.
Quizás es un poco temprano.
Quizás todavía no es el momento.
Pero esos otros mundos
—que prometen oportunidades impensadas—
nos atraen.

Justo en este momento, hay otros grandes temas que nos preocupan,
que compiten por el dinero que cuesta llevar personas a otros mundos.

¿Deberíamos resolver esos problemas primero?
¿O son una razón para irnos?
Nuestro planeta y nuestro Sistema Solar
están rodeados por un nuevo océano mundial:
las profundidades del espacio.
No es mas imposible que el último.

Es una bonita oportunidad para recordar la gran oratoria de Sagan y cómo su forma de divulgar ciencia llegaba a ser poesía.

En alguna ocasión Richard Dawkins sugirió que algunos divulgadores científicos deberían ser considerados para el Nobel de Literatura. Él propuso a Steven Pinker, aunque a Sagan también habría sido un candidato muy apropiado.

(vía Friendly Atheist | imagen: Boing Boing)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio

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