Aunque a muchos no les gusta, la idea de reformar la administración de justicia para que se base en una comprensión científica de la conducta humana podría traer grandes beneficios para todos los involucrados, principalmente las víctimas y los delincuentes —y aunque no sea muy popular decirlo, los convictos también son humanos, por lo que merecen una consideración humanista—.
En la charla TEDxSLU del 26 de mayo, Brian Boutwell ofreció una visión de la criminología actual y cómo se beneficiaría esta disciplina si adoptara un enfoque más científico — la charla es una joya; los 15 minutos mejor invertidos hoy:
A falta de subtítulos en español, ofrezco un resumen de la charla de Boutwell.
La criminología se ha enfocado en explicar el crimen exclusivamente con el entorno, descartando por completo cualquier factor biológico. Y aunque esto tiene razones históricas de peso como la frenología, Lombroso, la eugenesia y las justificaciones pseudocientíficas del racismo, resulta que la evidencia empírica apunta en la otra dirección.
La investigación con gemelos idénticos separados al nacer ha comprobado que la conducta humana tiene bases biológicas, y la comisión de delitos no es ninguna excepción a la regla. (Boutwell señala, además, que la investigación 'opuesta' confirma los hallazgos: los rasgos de comportamiento de hermanos adoptados son muy distintos.)
Aunque, seguramente, los genes no lo abarcan todo y dejan espacio para otros rasgos influidos por el entorno, ¿cierto? Pueeeees, Boutwell señala un meta-análisis publicado el año pasado que revisó todos los estudios sobre gemelos idénticos en los últimos 50 años —"una tarea verdaderamente hercúlea"— y sus hallazgos son muy dicientes:
Hemos llevado a cabo un meta-análisis de prácticamente todos los estudios de gemelos publicados en los últimos 50 años, sobre una amplia gama de características y reportes sobre más de 14 millones de pares de gemelos a través de 39 países diferentes.
[...]
Nuestros resultados proporcionan pruebas convincentes de que todos los rasgos humanos son hereditarios: ni un rasgo tuvo una estimación de heredabilidad ponderada de cero.
Boutwell lo resume así: "no hay nada fuera del alcance de los genes". Así que vale la pena preguntarse si el modelo actual con el que opera la criminología, que insiste que el entorno es lo único que influye en la comisión de los delitos, es acertado o no. En 2014, Boutwell y otros criminólogos biosociales se propusieron responder cuáles son las consecuencias de ignorar las influencias genéticas en la investigación criminológica, en vez de controlar esta variable.
Los resultados apuntan a que las explicaciones del entorno para la comisión de los delitos serían correlaciones pero no habría causalidad, lo que pone en duda todo lo que llamamos 'conocimiento' en criminología, hasta que no se vuelvan a hacer los estudios controlando las variables genéticas.
Y es que, como de costumbre, entre más científicamente informada sea una sociedad, una disciplina o una persona, estará en una mejor posición para tomar mejores decisiones. Dar el paso de la criminología actual a la criminología biosocial —convertirla en una ciencia, pues— significaría refinar nuestra comprensión del origen de los crímenes y abriría la puerta a mejores estrategias de prevención, tácticas de rehabilitación más efectivas y, en general, a un sistema de justicia penal más humano.
(vía Steve Stewart Williams)
____
Publicado en De Avanzada por David Osorio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.