El fin de semana, la revista Semana publicó una entrevista a la actriz Alejandra Borrero, donde la intérprete ofreció sus reflexiones sobre 2016 — ahí aprovecha para defender el laicismo y abogar por la completa separación entre el Estado y las iglesias:
También quedó demostrado que hay gente que está en contra de los derechos humanos y de las libertades. Todos los seres humanos tienen derecho a adoptar y para eso no tienen que preguntarte qué tipo de sexualidad eres. Eso no tiene nada que ver con la educación de los niños.
Es realmente doloroso que después de haber hecho un logro tan importante en el tema de la adopción por parte de parejas igualitarias, personas como Viviane Morales puedan con todo su imaginario religioso cambiar una ley tan importante en un país laico.
Los colombianos no hemos aprendido que la religión no tiene nada que ver con la política y que no debería estar inmersa ahí.
Aunque hay cosas en las que discrepo de Borrero (como su defensa de las cuotas femeninas), cuando se trata de laicismo, estamos en la misma onda: Colombia es un estado laico —al menos en teoría—, por lo que ninguna política pública debería basarse en creencias religiosas.
El problema, claro, es explicarle a los borreguitos que si ellos creen que la palabra de dios es absoluta, la ley universal, pueden creerlo, pero no pueden imponérselo a nadie más. Si entendieran eso, Colombia sería un país mucho mejor automáticamente. Pero no.
(vía Iván Soto | imagen: Julián Espinosa Rojas)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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