Desde 1973 el charlatán Uri Geller ha sido denunciado por los escépticos —particularmente por James Randi— como el estafador que es.
Esta semana, la CIA subió a su página web varios documentos que habían sido desclasificados a mediados de los Noventa. Entre ellos se encuentran unos que revelan que en esa época la central de inteligencia americana puso a prueba los poderes 'psíquicos' de Geller para enlistarlo en su programa Stargate:
[L]a agencia reveló los resultados de una semana de experimentos en 1973 que realizó durante ocho días en Geller, durante los cuales se pusieron a prueba sus habilidades "clarividentes" o "telepáticas".
Formaba parte del programa "Stargate", cuyo objetivo era usar como armas lo que la CIA llamaba "visión remota" y tratar de reclutar a "guerreros psíquicos".
[...]
[S]us manejadores concluyeron: "Como resultado del éxito de Geller en este período experimental, consideramos que ha demostrado su capacidad perceptiva paranormal de una manera convincente e inequívoca".
No obstante, estos manejadores, que diseñaron originalmente los experimentos, eran los parapsicólogos Harold Puthoff y Russell Targ. Por supuesto, los experimentos estaban mal diseñados y facilitaban que Geller hiciera trampa.
Los resultados 'positivos' despertaron el escepticismo del psicólogo y teniente coronel Austin Kibler de ARPA, quien pidió al psicólogo de la Universidad de Oregon Ray Hyman que examinara lo que habían hecho Puthoff y Targ. Hyman concluyó que el "sesgo experimental en favor de resultados exitosos está socavando su objetividad en el diseño de procedimientos experimentales controlados adecuadamente".
Más adelante, los psicólogos David Marks y Christopher Scott intentaron replicar los experimentos originales, y encontraron que había una "rica cantidad de señales" que facilitaban pasarle información a Geller. En 1988, un informe del Consejo Americano de Investigación concluyó que "deben quedar pocas dudas de que los estudios de Targ-Puthoff son fatalmente defectuosos".
El programa Stargate fue terminado en 1995 después de que, durante 20 años, se desperdiciaran 20 millones de dólares americanos en él.
Sin embargo, según el propio Geller, las agencias de 'inteligencia' de varios países todavía tienen activos programas similares al Stargate, aún en pleno 2017 (!).
Si alguien cree que ver a un supuesto psíquico doblador de cucharas es una forma de entretenimiento inocua, tal vez quiera preguntarse lo peligroso que resulta que este tipo de pensamiento mágico esté ampliamente extendido en la sociedad, llegando a permear incluso los programas de las agencias de inteligencia del Estado.
Y con Donald Trump de Presidente, todo parece indicar que, en vez de seguir retrocediendo, el oscurantismo y la ignorancia serán parte central de la política pública americana.
(vía Friendly Atheist y magonia | imagen: Wikimedia Commons)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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