Hace unos días se cumplieron dos años de la masacre en Charlie Hebdo, y la revista todavía no se repone del ataque. Después de que los medios dijeran que Charlie Hebdo sucumbiría a las exigencias terroristas y que esto fuera desmentido por la revista, parece que, aunque no lo digan, Charlie Hebdo sí habría sucumbido ante el terrorismo, cumpliendo con la exigencia islámica de no dibujar al 'profeta' Mahoma.
Al menos esa es la razón por la cual Zineb El Rhazoui renunció a la revista:
Zineb El Rhazoui, la "mujer más protegida" de Francia, dijo que renunció a su trabajo en Charlie Hebdo, la controvertida revista satírica que fue atacada por extremistas musulmanes hace dos años. El Rhazoui, en declaraciones a la agencia France Presse, sugirió que la revista, notoriamente irreverente y desafiante, se ha vuelto blanda contra los extremistas y de hecho sucumbió a sus exigencias de que nunca se representara una imagen del profeta Mahoma.
"Charlie Hebdo murió el 7 de enero [de 2015]", dijo El Rhazoui en la entrevista, refiriéndose a la masacre que dejó 12 muertos, entre ellos nueve de sus colegas del Hebdo. Ella estaba fuera de la oficina el día en que los pistoleros islamistas irrumpieron en las oficinas de París con rifles de asalto y comenzaron a disparar. "La libertad a cualquier costo es lo que me encantaba de Charlie Hebdo, donde trabajé enfrentando una gran adversidad", dijo, agregando que los yihadistas igual podr[ian estar editando la revista ahora, asegurando que "ya no se dibuja a Mahoma". El Rhazoui, de 35 años, dijo que en realidad no ha escrito nada para la publicación en casi un año debido a la dirección que ha tomado.
Charlie Hebdo había llamado mi atención unos años antes del atentado, precisamente, porque aún a pesar de las amenazas y de que habían puesto bombas en sus oficinas, en el semanario habían mantenido su determinación de criticar al islam tanto y tan fuertemente como al cristianismo y el judaísmo, una postura valiente, que les ganó mi apoyo y admiración en ese momento. Eso es lo que valía la pena de Charlie Hebdo. (Y no, nada justifica ni explica la masacre en sus oficinas; las ideas religiosas también pueden ser objeto de burla y crítica.)
Pero parece que ahora que están siguiendo los pasos del Jyllands-Posten: seguir en el postureo público de ser adalides de la libertad de expresión, mientras que al interior de la redacción reinan la censura, la autocensura y la prohibición de la blasfemia.
Y, por supuesto, ellos tienen derecho a hacer con su revista lo que quieran — pero si lo que valía la pena de ellos era eso a lo que ahora han renunciado, no es descabellado cuestionarse si vale la pena seguir diciendo "Je suis Charlie" si Charlie ya no existe, si el espíritu de valentía y de no ceder ante el matoneo y el fascismo ya no están ahí.
Ahora son un semanario común y corriente, otro medio de comunicación más, como la gran mayoría de ellos, tan cobarde y pusilánime que no es capaz de defender la libertad de expresión en virtud de la cual se supone que existen, no sea que ofendan a alguien.
Hace unos años, la respuesta de Charlie Hebdo al terrorismo era que el amor es más fuerte que el odio. Parece que no ya no más.
(vía The Freethinker | imagen: Strotinget)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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