World Vision es una organización de caridad cristiana que conecta patrocinadores occidentales y niños del tercer mundo. En el 2014, World Vision decidió permitir que se contratara a cristianos gays que estuvieran legalmente casados, lo que llevó a que buena parte de los patrocinadores se retiraran en desbandada y cancelaran su financiación.
Lo que algunos de los niños más pobres del mundo dejaron de recibir supera los cinco millones de dólares:
Eso son 15.000 a ciencia cierta, y 4.000 patrocinios probablemente perdidos, para un total de más de 19.000 niños que cuyos patrocinios fueron retirados. Pero vamos más lejos: una fuente me confirmó que el patrocinador promedio se queda con su niño por 10 años. Así que cuando realmente queremos diseccionar el impacto de la debacle del matrimonio gay, el número final con el tiempo sería el siguiente: 19.000 patrocinios perdieron $35 por mes, por más de 10 años cada uno, es igual a $6,650,000°° en pérdidas totales. Incluso si no contamos a los 4.000 niños donde hay dudas de por qué se retiró el patrocinio, eso nos deja todavía en una pérdida verificable, segura de $5,250,000°° que es una respuesta directa a la decisión de emplear cristianos homosexuales. Es simplemente incomprensible.
En resumen: "¡Niños, jódanse! Es preferible que se mueran de hambre a que los ayude un gay". Me asombra la superioridad moral cristiana — tienen tan claras sus prioridades.
Es el problema con la caridad religiosa, viene condicionada por su superstición.
Por eso es preferible la solidaridad atea, libre de etiquetas religiosas — la ayuda viene libre de intolerancia y discriminación.
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