Para mí, la existencia de un Jesús histórico es completamente irrelevante — si insisten, señalaré que no hay evidencia para afirmar más allá de la duda razonable que en la Palestina del siglo I existió un humano sobre quien se creó el mito del zombie judío. Y lo que se puede afirmar sin evidencia se puede descartar sin evidencia.
Sin embargo, aún en pleno siglo XXI muchos dan por cierta la existencia de la figura central del mito cristiano. En 2002, Popular Mechanics publicó cómo habría sido la cara de Jesucristo, o sea, de un hombre de Oriente Medio de hace más o menos dos mil años, según la ciencia forense. La imagen revive como un dèja vu todos los diciembres y este no fue la excepción.