Carta al director de blogs de El Tiempo

(No se pierdan la segunda parte de este tema, con la respuesta que recibí por parte de El Tiempo)

El pasado 22 de febrero, en la sección de blogs del diario El Tiempo se publicó "¿Por qué quiere el "Ministerio de Salud y Protección Social" poner en peligro la vida de 3'500.000 niñas?" firmado por Mario Lamo, responsable del blog The american way of life, alojado en la página de El Tiempo.

En dicho artículo se da pábulo a una serie de datos falsos, amarillistas, sensacionalistas y anticientíficos referidos a la vacunación.

Su única fuente es La verdad sobre Gardasil, un sitio antivacunas que, sin ningún soporte científico, se dedica a esparcir el miedo sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano, virus que puede causar cáncer de cuello uterino.

En su artículo, Lamo rompe varias las normas del código de ética establecido por El Tiempo y que es de obligatorio cumplimiento para todos sus bloggers. El código establece que son obligaciones de los bloggers:

Verificación sobre información médica
Absténgase de sugerir tratamientos, prescripciones médicas o sugerencia sobre ingestión de medicamentos tanto caseros como farmacológicos y en caso de hacer alguna recomendación médica o de tratamiento, recuerde advertir a sus lectores que la información presentada no esta exenta de errores y SIEMPRE se debe contar con la supervisión de un especialista.

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Verificar la veracidad de su información
Si está publicado en Internet no quiere decir que es verdad. Siempre verifique sus fuentes. Si no está seguro de la validez de la información pero igual la quiere publicar, comparta su duda en vez de publicarlo como un hecho.

Cuando Lamo asegura que "NUNCA se hicieron pruebas con el Gardasil para comprobar que sirviera para prevenir el cáncer cervical. Aún hoy en día no se ha sido comprobado que prevenga el cáncer cervical ni ningún otro tipo de mal" claramente está desconociendo el cúmulo de evidencia científica que existe para la vacuna del VPH. De hecho, el estudio más reciente, llevado a cabo en Australia, refleja que la vacuna contra el VPH consigue reducir drásticamente la incidencia del virus y no se encontró rasgo del virus en mujeres menores de 21 años.

Es más, la búsqueda de "human papilloma virus vaccine" en el Centro de Información Biotecnológica de EEUU arroja más de 5000 resultados; esto es algo que no sólo cualquier periodista, sino cualquier persona con conexión a Internet puede verificar por sí misma. La Food and Drug Administration del Departamento de Servicios Humanos y de Salud de EEUU cuenta con una amplia documentación que sustenta la utilización del Gardasil, mientras que toda la información de la enfermedad y la seguridad de sus vacunas reposa en la página del Centro de Control de Enfermedades.

No obstante, Lamo no paró ahí y siguió difundiendo el miedo por medio de preguntas capciosas y sesgadas acerca de si los padres permitirían la vacunación de sus hijas. Infortunadamente, ya hemos visto lo que pasa cuando los padres "no permiten" que sus hijos sean vacunados: se disparan las enfermedades. No es de extrañar que el movimiento antivacunas cuente con libros que alaban el sarampión y lo consideran una bendición para las niñas.

Lamentablemente, la falta a la verdad no es un caso aislado del blogger de marras - más bien parece ser una parte central de su blog, que cuenta con varios artículos sumamente ricos en afirmaciones gratuitas e infundadas, con las que pretende legitimar teorías de la conspiración como aquella de que EEUU habría causado el cáncer de Hugo Chávez (algo que resulta sumamente complejo e implausible) y la del Nuevo Orden Mundial que, según este personaje, "nos asesina" (?).

En otras circunstancias, el contenido de sus escritos no dejaría de ser simple material de ficción con el qué entretenerse, relativamente inocuo como en los casos de otros blogs de su plataforma que violan reiterada y sistemáticamente su código de ética, como Alternativa Extraterrestre, Con buena energía y Los mensajes de los sueños. Sin embargo, considero de la mayor importancia que El Tiempo tome medidas cuando su buena fe está siendo asaltada, su confianza abusada, y su plataforma utilizada para propagar mentiras que pueden costarle la salud y la vida a muchas niñas cuyo único pecado habría sido tener padres que confiaron en su medio de información y en que este aplicaría su propio código de ética, previsto para mantener las publicaciones lo menos engañosas posibles.

Queda en sus manos tomar cartas en el asunto y hacer respetar el mencionado código.