lunes, 13 de mayo de 2013

Se siente bien, huele mal



El Dr. Edzard Ernst nos cuenta qué dice la Ciencia sobre la aromaterapia:

Entonces, ¿qué nos dice la evidencia confiable de ensayos de la aromaterapia?

Un ensayo clínico en el que estuve involucrado no pudo demostrar que mejore el estado de ánimo o la calidad de vida de los pacientes con cáncer. Pero una golondrina no hace verano, ¿qué indican las revisiones sistemáticas de los estudios clínicos disponibles?

La primera revisión sistemática fue probablemente la que publicamos en el año 2000. A continuación, situamos 12 ensayos clínicos aleatorios: seis de ellos no tenían replicación independiente; seis se relacionaban con los efectos relajantes de la aromaterapia combinada con el masaje. Estos seis estudios sugerían colectivamente que el masaje de aromaterapia tiene un efecto ansiolítico suave, pero de corta duración. Estos efectos de la aromaterapia probablemente no son lo suficientemente fuertes como para que pueda ser considerada para el tratamiento de la ansiedad. Llegamos a la conclusión de que la hipótesis de que es eficaz para cualquier otra indicación no se apoya en los resultados de ensayos clínicos rigurosos.

Desde entonces, varias otras revisiones sistemáticas han surgido. Por ello decidimos resumir sus conclusiones en un repaso de todas las revisiones disponibles. Se realizaron búsquedas en 12 bases de datos electrónicas y nuestros archivos departamentales sin restricciones de tiempo o idioma. La calidad metodológica de todas las revisiones sistemáticas fue evaluada de forma independiente por dos autores. De 201 publicaciones potencialmente relevantes, 10 cumplieron los criterios de inclusión. La mayoría de las revisiones sistemáticas fueron de calidad metodológica deficiente. Las áreas clínicas fueron hipertensión, depresión, ansiedad, dolor, y demencia. Para ninguna de las condiciones hubo evidencia convincente. Por lo tanto, nuestras conclusiones tuvieron que ser cautelosas: debido a una serie de salvedades, la evidencia no es lo suficientemente convincente de que la aromaterapia sea una terapia eficaz para ninguna condición.

Por último, también investigamos la seguridad de la aromaterapia, evaluando todos los datos publicados sobre los efectos adversos. Cuarenta y dos reportes primarios cumplieron los criterios de inclusión. En total, 71 pacientes experimentaron efectos adversos después de la aromaterapia, que variaron de leve a grave e incluyeron una víctima mortal. El efecto adverso más frecuente fue la dermatitis. Lavanda, menta, aceite de árbol de té y el ylang-ylang fueron los aceites de esencias más comunes responsables de los efectos adversos. Hemos llegado a la conclusión de que la aromaterapia tiene el potencial de causar efectos adversos algunos de los cuales son serios. Su frecuencia sigue siendo desconocida.

¿Y cuál es la conclusión de todo esto? Para mí, parece bastante sencillo: La aromaterapia no ha demostrado su efectividad para ninguna condición. Asimismo, no está completamente libre de riesgos. Su perfil de riesgo/beneficio por lo tanto no es positivo lo que sólo puede significar que no es un tratamiento útil ni recomendable para ninguna persona enferma.

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