Durante los últimos 35 años, la recomendación nutricionista oficial ha sido comer menos grasa y menos productos de origen animal (carne, lácteos, huevos), reduciendo la ingesta de calorías, e incrementar la ingesta de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, granos y aceites vegetales).
Sin embargo, las críticas a esta ortodoxia cada vez han sido más fuertes y, ahora que EEUU acaba de publicar sus últimas Directrices Dietéticas repitiendo el mismo consejo, Nina Teicholz ha publicado un devastador análisis en el British Medical Journal; retomo apartes que me parecen interesantes.